Las personas que ingieren refrescos light sufren de los mismos problemas de salud que las personas que consumen los regulares, según reveló un nuevo estudio.
Los investigadores de la Universidad de Purdue hicieron una investigación y comprobaron que las bebidas dietéticas “tienen un efecto contrario al esperado”.
Los edulcorantes artificiales que contienen los refrescos de dieta satisfacen el antojo de algo dulce sin las calorías, es decir que burlan al cuerpo al simular que le entrega un alimento real. Sin embargo, cuando tu cuerpo no recibe lo que espera, se confunde y no sabe cómo responder.
“Has arruinado todo el sistema, así que cuando consumes azúcar real, tu cuerpo no sabe si debe tratar de procesarlo porque el azúcar falsa lo ha engañado muchas veces”, dice Swithers.
En cuanto a la perdida de peso, el reporte demostró que quienes beben refrescos de dieta tienden a subir más de peso que quienes no lo hacen.
“El sabor dulce provoca la liberación de insulina, que reduce la concentración de azúcar en la sangre; si no se consumen carbohidratos, cae el nivel de azúcar en la sangre, lo que desencadena el apetito y provoca que se te antoje el azúcar”, concluyó la experta en dieta y condición física de CNN, Melina Jampolis.