El nombre de Rosmel Bustamante está cobrando reconocimiento nacional. Los seguidores de telenovelas y del buen cine venezolano, han quedado cautivados con el histrionismo de un pequeño que se topó con la actuación a los cinco años de edad, y ocho años después no ha parado de trabajar en lo que considera su pasión.
Este caraqueño que se mueve entre adultos y que reconoce entre risas ser «un viejito», ha tenido que meterse en la piel de personajes que despiertan sentimientos hasta en los más parcos espectadores. Con facilidad se aprende cada guión y entra con seriedad al set de grabación; después habrá tiempo para bromas y un merecido descanso.
Por estos días hay espacio en su agenda. Gracias a ello pudo conversar con EL IMPULSO sobre su participación en tres de las películas venezolanas que actualmente se proyectan en los cines del país.
«Estoy en el supermercado con mi mamá, porque no estoy grabando y eso me permite compartir un rato con ella», dijo de antemano, a través del hilo telefónico, un Rosmel ya entrado en la adolescencia pero con el fluido hablar de un adulto.
Un niño de película
Ciudado con lo que sueñas, La casa del fin de los tiempos y Esclavo de Dios, son tres de las películas que no sólo tienen en común sus reconocimientos en la más reciente edición del Festival de Cine Venezolano (Mérida); también las une el nombre de este pequeño adulto.
-A los cinco años filmó su primera película: Cuidado con lo que sueñas, ¿cómo fue ese primer encuentro con el cine?
-Yo nunca tuve pensado ser actor. Quería ser un Pastor Maldonado o el primer hombre que pisó la luna: Neil Armstrong (…) gracias a mi mamá descubrieron que tenía este don y comencé haciendo teatro. Luego de eso vino el cine, que me parecía algo extraño porque para mí no era normal que una cámara me estuviese viendo a cada rato. Cuidado con lo que sueñas fue el paso hacia adelante y desde entonces no he querido parar, porque es lo que amo ser: un actor.
-Rosmel Bustamante muestra una destacada actuación en La casa del fin de los tiempos, la primera película venezolana de terror – suspenso, ¿fue difícil meterse en la piel de Leopoldo?
-Fueron dos meses intensos de preparación para poder enfrentar un personaje con la historia que un niño normal, de mi edad, no quisiera vivir (…) la casa donde rodamos la película tenía una historia fuerte. A mi no me gustaba estar allí porque sentía una carga negativa, y a veces me dejaban solo en el sótano, como para que me diera más miedo y mostrarlo a la hora de grabar. Pero lo mejor de todo es que fue un paso hacia el futuro, porque supe que puedo hacer personajes complejos.
-¿Cómo es Ruddy Rodríguez de mamá?
-Fue muy bonito porque es una excelente actriz con grandes novelas y personajes; ahora la estoy conociendo mejor en la gira de salas (estamos haciendo visitas sorpresa a los cines). Yo respeté siempre su personaje, y ella me da buenos consejos.
-Participa además en Esclavo de Dios, la ópera prima de Joel Novoa…
-Sí. Esta película fue genial. Aunque mi participación es pequeña, me tocó una parte complicada de la película. Tomé con seriedad el papel y creo que se nota. Hay amigos actores que me dicen en broma «déjame algo muchachito».
-¡Sin duda! Rosmel Bustamante está arrasando, ¿qué otros proyectos tiene en la gran pantalla?
-En diciembre si Dios quiere estrenamos Hoja de trébol (…) también hay planes de ir al exterior a grabar, internacionalizarme es parte del proyecto.
-¿Hay algún papel que quisiera interpretar?
-Me gsutaría que fuera un súper reto, quisiera ser un malo (…) además puede que suene tonto, pero me gustaría dirigir mi primera película de pequeño, quisiera usar algunos momentos libres para comenzar un mini guión.
La rutina comienza a las 4:30 am.
Rosmel Bustamante se levanta, cada día, a las 4:30 de la madrugada para alistarse e ir al colegio. Cursando segundo año de bachillerato, el actor estudia de siete de la mañana, a una y media de la tarde.
Su rutina vespertina varía de acuerdo a las pautas de grabación. «Luego de clases voy a donde me toque grabar, sea en el canal (Venevisión y Televen) o en exteriores. También voy a practicar basquet y a hacer mis tareas dirigidas. Soy un muchachito ocupado».
Los domingos por la noche parecen ser el único momento para el descanso de Rosmel, quien además destaca que en su familia son un gran equipo y que su madre es «la pieza fundamental para que todo esto se mueva».
-¿Cuáles son los valores que ha aprendido en casa para llevar su carrera con la madurez de un adulto?
-En mi familia somos gente de muchos valores, pero lo que siempre está presente en mí es la humildad; hay gente que me ataca mucho, pero no me gusta presumir de lo que tengo (…) lo principal en mi casa ha sido el respeto, la tolerancia y el amor, el amor a la gente y a lo que hacemos.
-¿Dónde se vislumbra a mediano plazo?
-En Estados Unidos, haciendo cine y series de televisión. Me gustan las series de FOX, Sony y Comedy Central, también veo The History Channel, porque me gusta la televisión de adultos. Pocas veces veo comiquitas.
