Sócrates Serrano no puede negar que este 2103 le ha sido productivo a nivel actoral. Tuvo una película exitosa Azul ni tan rosa, otra por estrenar:Todo por la taquilla, además graba una serie internacional de televisión y participa en una pieza teatral, Los hombres no mienten, que pronto estará de gira por todo el país, incluyendo Barquisimeto.
Junto a Daniela Alvarado y Claudio De La Torre protagonizan esta comedia que nos sumerge en la vida de Johana (Daniela) y Máximo (Sócrates) que, después de unos años de feliz convivencia, deciden confesarse algunos pequeños deslices. La pieza es dirigida por Daniel Uribe y fue escrita por Eric Assous.
-¿La sinceridad es la base de la armonía conyugal? ¿No es arriesgado tomar a la pareja por confidente? ¿No será condición primordial para la paz en las parejas que la confianza no se ponga a prueba? Estas son tan solo algunas de las preguntas sobre las que esta obra hace reflexionar. En su temporada caraqueña del Teatrex, en El Hatillo, se presenta viernes y sábados a las 10:00 pm; y domingos a las 8:00 pm. En el último trimestre del 2013 realizarán una gira nacional.
-En la obra la fidelidad y sinceridad a veces no comulgan…
– Por eso los invito a ver la obra para reflexionar mientras se divierten, para darle codazos a su pareja mientras ven la obra, para que conozcan que cada pareja es un planeta distinto y para que descubran tres formas de vivir y asumir la fidelidad de Johanna, Claudio y Máximo..
– Viene de una cinta exitosa y una pieza teatral que arrasa en taquilla. ¿Sabe escoger los proyectos?
– Creo que el secreto es escoger los proyectos que mi intuición me dice que serán de disfrute y aprendizaje. En ambos casos el guión era excelente y el equipo de trabajo de mucho nivel profesional, eso para mi es sinónimo de crecimiento y éxito.
– Su personaje en Azul ni tan rosa fue alabado. ¿Le costó mucho confeccionarlo?
– Desde el principio tenía una instrucción clara de nuestro director Miguel Ferrari: «tu personaje debe enamorar a los espectadores desde el primer momento». Ese fue el reto, tenía muy poco tiempo para lograr que se engancharan emocionalmente con Fabrizio. Debían extrañarlo y llorarlo cuando desaparece. Se trata de un personaje encantador, que tiene como misión transformar la vida de los demás a partir de su ausencia. Fue un proceso interesante, laborioso pero no me costó, lo disfrute mucho.
-De machista en la pieza teatral, ¿en qué se inspiró para hacerlo tan creíble?
– En nuestro machismo como venezolanos, en lo que nosotros mismos hablamos con respecto a lo masculino, en lo que he escuchado en el metro, en la calle, en los discursos de algunos amigos, en los chistes cotidianos, estamos llenos de ese machismo y no nos damos cuenta. A veces fluye de manera inconsciente.
-¿Qué papeles le gustaría interpretar en un futuro?
-Los que me exijan probar cosas nuevas como actor, los que impliquen transformaciones importantes en mi estilo y personalidad, los que me hagan crecer y ampliar mi rango actoral.
-¿Cómo ve el panorama teatral actualmente en el país?
-Diverso, desde la comedia sencilla y simple donde no hay que pensar mucho, hasta los clásicos adaptados para denunciar nuestra realidad social y cultural. Pasando por una gama intermedia de comedia inteligente que lucha por defender el teatro de contenido y ser rentable.
-¿Cuáles son los venideros proyectos en cine, teatro y TV?
-A finales de este año o principios del que viene se estrena en el cine la película Todo por la Taquilla, en donde comparto roles protagónicos con Dimas González y Armando Lozada. En televisión acabo de iniciar una participación especial en la nueva novela de RTI que es la adaptación de la recordada «Juana la virgen». En teatro seguiré con la segunda y tercera temporada de «Los hombres no mienten», haciendo crecer a mi personaje Máximo hasta finales de año.
