Trabajadores despedidos de la obra de las torres de El Sisal, que en diversas áreas se desempeñaban en la continuación de la construcción de estos edificios, por cuarta vez protestaron durante la mañana de este martes, cerrando accesos hacia el noroeste de la capital del estado Lara, lo cual generó congestionamiento en la zona y gran malestar en conductores que se dirigían hacia empresas y locales de la Zona Industrial de Barquisimeto, Quíbor, Carora y viceversa.
Alrededor de ochenta ex obreros en dos grupos por separado procedieron a cerrar con piedras y cauchos sin quemar, la avenida Florencio Jiménez con avenida la Salle, así como la avenida Las Industrias con avenida La Salle, este último adyacente a las mencionadas torres.
Con pancartas y a viva voz expresaron su descontento de haber sido despedidos de esta obra por parte de la empresa Obras y Servicio Exprés América Proyecto, una contratista de la Misión Gran Vivienda Venezuela, sin que hasta ahora les haya hecho efectivo la respectiva cancelación.
Lamentaron que en esta situación llevan dos meses, luchando con todas sus fuerzas en la calle para hacerse escuchar, ya que no tienen apoyo de la Inspectoría del Trabajo que les cierra las puertas sobre el derecho que los asiste de cobrar lo que por ley les corresponde.
Precisaron que el motivo de esta nueva manifestación pacífica obedece a que representantes del Instituto Nacional de la Vivienda (Inavi), organismo que asumió la obra, les comunicó que les pagaría en un plazo de diez días, el mismo tiempo que ya les había dado y no lo cumplió.
Sumamente molestos, estos padres de familia en ambos puntos de cierre afirmaron sentirse burlados porque en un principio prometieron liquidarlos conforme a la ley, sin embargo, ahora los castigan haciéndolos esperar diez días más para pagarles sencillo y no doble, por cuanto fueron despedidos.
Contabilizaron quinientos dieciséis trabajadores afectados por este problema, y noventa más que están padeciendo lesiones como hernias discales y bursitis de hombro, entre otros padecimientos adquiridos durante sus labores.
Denunciaron que el Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laboral, Inpsasel, no quiere reconocer estas lesiones ante el patrono, pese a que ingresaron sanos a la obra, según exámenes médicos.
Dijeron que rechazaron las pretensiones de Inavi de pagarles doscientos cheques en un primer lote, y trescientos dieciséis cheques en un segundo lote.
También exigen que la liquidación sea justa.
Recordaron que los 516 obreros, entre ellos albañiles, carpinteros y maestros de obra fueron despedidos cuando Inavi intervino la obra, debido al poco rendimiento de los trabajos que retardaron la conclusión del proyecto planificado para el mes de marzo de 2013.
Determinaron que durante las labores hubo algunas fallas técnicas como la armazón de un piso y posterior desmontaje.
Advirtieron que si no les cumplen continuarán realizando protestas en la calle, ya que les urge en dinero para llevar comida a sus hogares.