Cuando tomamos la decisión de incorporar una mascota a la familia hemos de tener muy claro que no es un animalito de peluche que adornará nuestra habitación.
Una mascota es un ser vivo que traemos a nuestra casa y al que tendremos la obligación, tomada libremente, de dedicar una parte de nuestro tiempo.
Es un compromiso, un compromiso a largo plazo. La mascota viene a ser un nuevo miembro de la familia. Al incorporarla a nuestra vida estamos aceptando que deberemos prestarle toda la atención y cuidados que, como un ser vivo que es, va a necesitar.
Hay que elegir el animal que se convertirá en nuestra mascota, o lo que es lo mismo en un nuevo miembro de la familia, con mucha responsabilidad, averiguando todo lo necesario sobre él:
Tipo de dieta: la dieta cambiará en las diferentes etapas de su vida.
Lugar dónde debe vivir: si necesita algún lugar especial.
Rasgos biológicos: cuánto suelen vivir, reproducción, etc.
Medidas sanitarias: vacunaciones, cuidados necesarios para que la relación con la mascota no suponga ningún riesgo para la salud.
No hay que comprar, o mejor adoptar, un animal de compañía sin pensarlo detenidamente. No es un juguete del que podremos deshacernos al cabo de unos pocos meses.
Los animales aman a sus dueños incondicionalmente, y tener una mascota a la que cuidar, en muchos casos, mejora la autoestima, evita la soledad y nos ayuda a estar mejor física y mentalmente.
Los niños que pueden disfrutar de la amistad de una mascota desarrollan un mayor sentido de la responsabilidad, pero es muy importante que los adultos no olvidemos que los verdaderamente responsables somos nosotros.
No importa si se trata de un perro, de un gato, de una araña, o de una rata. Cuando decidimos que ese animalito va a ser nuestra mascota, debemos comprometernos a que no solo nosotros disfrutaremos de tenerlo, sino que él también disfrute con nosotros.
Pero es MUY importante tener en cuenta que es tanto o más necesario, darles amor como darles comida. Por eso, no lo olvides: una mascota es un amigo. Tu mascota es tu compañera, y al mismo tiempo tu responsabilidad, ya que su vida está en tus manos.