Marion Bartoli, una tenista de colorido ritual que celebra cada punto elevando el puño al cielo, apabulló por momentos a Sabine Lisicki el sábado para vencerla 6-1, 6-4 y coronarse campeona en el torneo de Wimbledon.
La francesa, que ocupa el puesto 15 en el escalafón mundial, también había llegado a la final en el All England Club en el 2007, donde perdió ante Venus Williams. Pudo levantar el título de un Grand Slam tras 47 participaciones.
“Soñé mucho tiempo con este momento”, dijo Bartoli.
Y aludiendo a Lisicki, que estaba conmovida, la vencedora dijo “yo estuve en la misma situación en el 2007 y lo perdí. Sé cómo te sientes, Sabine, y estoy segura de que estarás aquí una vez más. No tengo ninguna duda”.
Para la alemana Lisick, de 23 años y vigesimocuarta en el ránking, fue la primera final en un Grand Slam.
Lisicki dio una de las grandes sorpresas de este año al eliminar a la campeona Serena Williams en la cuarta rueda y a Agnieszka Radwanska en semifinales, pero Bartoli no le dio oportunidades que pudiera aprovechar.
“Yo estaba abrumada por toda la situación, pero debo dar crédito a Marion”, comentó Lisicki. “Ella ha estado antes en esta situación y la manejó bien”.
Para Bartoli es el primer título desde el 2011 y, a los 28 años y 9 meses, es la quinta tenista de mayor edad que gana un título de Grand Slam por primera vez en la era del abierto.
La francesa es afecta a las excentricidades ya que antes de cada punto ejecuta una rutina de saldo y torsión, ejecuta un saque sin hacer botar antes la pelota y eleva el puño al aire después de casi cada punto en juego. Pero en esta final abrumó a su adversaria no solo por su ritual sino también por su poderío, y la perdedora terminó el encuentro al borde de las lágrimas.
Bartoli, preclasificada 15, desempeñó el papel de la veterana experimentada.
Después de un primer set aparentemente fácil para Bartoli, dominaba el segundo capítulo por 5-1 y todo parecía terminado, cuando Lisicki, preclasificada 23, empezó a reaccionar hasta dejar el marcador 5-4.
Pero hasta allí llegó su reacción. Bartoli ganó el punto siguiente, se hincó de rodillas y trepó al palco de los jugadores para celebrar el triunfo junto con la campeona del 2006 Amelie Mauresmo, la última francesa que ganó un título de Grand Slam, y familiares y amistades.
“He estado practicando mucho mi saque”, dijo Bartoli. “Por lo menos lo atesoré para el momento más oportuno”.
La francesa sacó golpes potentes y no tuvo problemas con el saque de Lisicki. Destruyó la noción de que solamente Serena Williams puede imponer su potencia en el tenis femenino.
Curiosamente fue Lisicki quien eliminó a Williams en este torneo y que tuvo el juego necesario como para llegar a su primera final de Grand Slam.
Pese a la derrota, Lisicki se lleva un premio de 1.200.000 dólares, nada mal para una tenista cuyas ganancias de toda su carrera ascendían a 2.800.000 dólares.
Bartoli gana el primer premio de 2.400.000 millones de dólares y corona su sueño.
“Quizás todas las velas que encendí me ayudaron”, afirmó. “Ha sido mi sueño desde que tenía seis años”.