Carabobo y autocrítica del Presidente

El soberbio Emperador Adriano, anonadado por la trágica decadencia del imperio romano, cabizbajo y dominado por la tristeza, sólo tuvo ánimo de lanzar su grito de honda conmoción: “El latifundio acabará con Roma”.
Tal vez en semejante trance, con las diferencias perceptibles, en ambos casos, durante la festinada celebración del 192 aniversario de la Batalla decisiva de Carabobo, que selló nuestra Emancipación para vida de eternidad, desde ese glorioso campo, embargado el espíritu de fervor patriótico, el Presidente Nicolás Maduro, tras hacer reflexiones alusivas, dijo en elocuente arenga: si no actuamos en forma dura y organizada en contra de la corrupción, este flagelo puede destruir la nación entera.
Esas palabras, que encierran profundo juicio y voz de alerta irreductible, merecen ser analizadas en su amplio alcance y significación. Fueron pronunciadas, como vehemente improntus, en el campo glorioso donde el ejército patriota, conducido por el genio militar del Libertador, libró el hecho de armas más trascendental realizado por nuestro pueblo, gracias al cual obtuvimos patria y libertad en forma absoluta, inalienable y soberana. De modo que todo pacto, tratado o compromiso, que se solemnice en ese lugar sagrado, nos obliga de manera inexcusable, ante la patria y su destino. Ese significado excepcional reviste las elocuentes expresiones del Señor Presidente, están impregnadas de ese testimonio honroso que le comunica el histórico lugar donde fueron pronunciadas, el hecho de armas que allí se realizó y del cual emana la emancipación nacional.
Se debe indicar, por otra parte, que este ahínco tesonero, de erradicar la corrupción, que pone en destrucción la Republica, es una señal, que por distintos medios se ha venido formulando, incesantemente, a lo largo de estos 14 años de realidad nacional. Es un pedimento, que aún no ha sido atendido plenamente: téngase presente, que se han denunciado casos tan graves, como el Maletinazo de Wido Antonini Wilson, suma perdida por el Estado, representa la cantidad de 800.000 dólares, aporte del finado Presidente Chávez, según comentarios, para financiar la campaña electoral de la Presidenta Fernández de Kirchner de la Republica Argentina. El denominado Cartel de los Soles, donde están involucrados altos oficiales de la FAN. Los bancos que se quedaron en “estado de atraso” y aún no se aclara esa componenda. La millonaria cifra engullida por los Magistrados Luis Velásquez Alvaray y Eladio Aponte Aponte, y otros que moran en la cresta de la noticia, menos en los registros de la Fiscalía General y los establecimientos penales de la Republica.
El señalado y todo el suficiente material inédito que mora en archivos y la Fiscalía General del Estado, más que noticia críminis, son la prueba evidente, para que el señor Presidente haga buenas sus palabras y empiece a dar cumplimiento a su saneadora oferta de Carabobo. Quiero dejar una palabra de consuelo en su ánimo atormentado, por la convicción, que tengo: es en el espíritu donde la patria se integra y se realiza. No podrá ser destruida, ni se banaliza, porque la patria mora en el recinto inexpugnable del espíritu.
Para mayor éxito y alcance de estos propósitos, el Presidente debe transcribirlos a la Fiscalía General del Ministerio Publico, y la doctora Luisa Ortega Díaz, con el servilismo que se le reconoce, de inmediato pondrá a derecho todas las causas paralizadas o diferidas, de donde, trocará, por este proceder la vesania con que ha puesto tanto empeño en penalizar al Diputado Marlo, para que sea eliminada su credencial de digno y legitimo representante popular.
El otro aspecto digno de especial consideración, es la indeclinable exhortación del Presidente, para exterminar la indolencia y burocracia del Estado. Es una formula amplia, que abarca todos los resortes para implantar una idónea y fructífera administración. 14 años, oyendo obscenas palabras y padeciendo trato descortés. 14 años de un gobierno harto ineficiente y una estéril y ampulosa burocracia. 14 años de voraz inercia que carcome la energía que no tiene el gobierno. 14 años violando la Constitución y desconociendo los Derechos Humanos. 14 años sin existencia de estado de derecho y sin división de los Poderes. Ojalá esta auto critica, mea culpa del Presidente, redima la situación de arbitrariedad y totalitarismo, de grave destrucción de la autonomía, redima la situación de destrucción moral de la Republica, imponga, con la solidaridad del pueblo y restaure el Estado democrático y social, de Derecho y de Justicia que establece la Constitución Bolivariana.
Mientras hacemos realidad estos buenos propósitos, para implantar la institucionalidad democráticas, el Libertador, nos da este Código de organización republicana: “el que manda debe oír aunque sean las mas duras verdades y, después de oídas, debe aprovecharse de ellas, para corregir los males que producen los errores”. (Carta al Gral. José Antonio Páez, de 19-04-1.820)