Recientemente la novel actriz Flora Sylvestre se alzó con el premio de mejor actriz principal en el Festival de Cine de Mérida 2013, por su interpretación de una esclava africana que reivindica el espíritu de dignidad y libertad en la película “Azú” del director Luis Alberto Lamata, venciendo así a las grandes favoritas Hilda Abrahamz y Ruddy Rodríguez. Esta cinta se estrenará este viernes 5 de julio en quince salas de todo el país.
Flora Sylvestre fue descubierta por Luis Castillo, director de casting de La Villa del Cine, una tarde que la vio en la estación del metro La California, desde ese instante supo que sería la indicada para el papel. Luis Alberto Lamata, director de la cinta, recalcó: «Flora Sylvestre interpreta a Azú mejor que el sueño que tenía del personaje. Es intuitiva, talentosa y sacrificada».
La película cuenta la historia de un grupo de esclavos, que huyen de una hacienda de caña de azúcar, en busca de un cumbe. Ellos son perseguidos por don Manuel Aguirre, un hacendado que se obsesiona ciegamente por Azú, la única mujer que integra el grupo de fugados, una hermosa esclava con un destino ancestral.
Conversamos con Flor Sylvestre, quien expresó: «Mi personaje es el de Azú, una niña de quince años que fue raptada de Guinea y vendida en Venezuela en la hacienda Villegas a un hombre depravado (Don Manuel), que quiere utilizarla para saciar su necesidad sexual. Al vivir maltratos psicológicos, verbales y físicos Azú se fuga de la hacienda y detrás de ella cinco esclavos que consideran que Azú es la señal que esperaban para iniciar su fuga y poder construir el ´cumbe´que tanto anhelan. Siendo éste mi primer papel, siento gran satisfacción de haber interpretado a una esclava en busca del respeto y libertad. Debo agradecer al director Lamata, a mi coach de actuación Matilde Corral y a los compañeros del elenco para lograr que mi trabajo fuera bueno».
Buscará profundizar sus estudios para crecer en la actuación: «Me gustaría en un futuro interpretar el papel de una mujer trabajadora y luchadora por la salud de ciudadanos sin grandes recursos económicos en una clínica.
Espero que me hagan una segunda propuesta actoral. Si Dios quiere, espero que sea muy pronto».
Reflexionó sobre el estado actual del teatro y el cine en Venezuela: «Siento que el teatro y el cine actualmente van de la mano con nuevos proyectos, nuevos temas y gran receptividad por los ciudadanos en Venezuela. Estoy muy interesada en conocer y desempeñar el trabajo en ambas facetas».
Aprovechó la oportunidad para señalar que no está de acuerdo con los criterios de selección que se realizan en televisión, cine y teatro del país: «Particularmente considero que el afrodescendiente puede desempeñar un papel de hacendado, rico, empresario, presidente de cooperativa y presidente de la República, entre otros en una novela, teatro o película. Y no siempre de heladero, chichero o esclavo. Porque el color es solo eso y la personalidad, inteligencia y talento está adentro de casa uno de nosotros».
La joven profundizó sobre el tema del racismo: «Cuando tenía ocho años y vivía en Carapita (barrio de Caracas), un señor me escupió en la cara y me dijo ‘esa negra’. Espero que mis hijos y los hijos de mijos no vivan esa situación. Debemos trabajar porque eso no ocurra».
Tiene ganas de crecer en el mundo artístico, no solo como actriz: «Me encantaría ser músico, exactamente cantante».