La sanación inexplicable de una mujer en Costa Rica podría ser el segundo milagro que atribuyó este martes la comisión de cardenales a Juan Pablo II, necesario para su canonización, aseguró este martes un obispo costarricense.
El anuncio del Vaticano «no nos dice exactamente que sea el milagro de Costa Rica, pero hay mucha posibilidad, porque era el milagro que tenía más posibilidades de ser aprobado», afirmó a una radio local monseñor Francisco Ulloa, obispo de Cartago.
Ulloa confirmó que se trata de una mujer de la provincia de Cartago (oeste), que medios locales identificaron como Floribeth Mora, quien padecía un aneurisma cerebral que desapareció de forma inexplicable.
«Hoy nos sentimos muy alegres porque realmente Costa Rica va a tener ese privilegio, que más que un privilegio es una gracia de Dios, de que el milagro se realizó aquí en Costa Rica», añadió el obispo.
Mora, de 50 años, es vecina del pueblo de Dulce Nombre de Tres Ríos de Cartago, ubicado unos 20 km al oeste de San José, en las faldas del volcán Irazú, donde la noticia causó revuelo, pero la familia rehusó dar declaraciones.
«Me permito disculparme con ustedes de no poder atenderles, quisiera que me comprendan que no es soberbia de nuestra parte, es que no me lo permiten ya es que un caso en proceso (…) sólo esperemos un tiempo más, así es este proceso», expresó Mora en una nota entregada a periodistas por su esposo Carlos Arce.
En Dulce Nombre, la prensa montó guardia frente a la casa de la familia Arce Mora. Una vecina recordó cuando a Floribeth le dijeron en el 2011 que no le quedaba más tiempo de vida.
«Ella era otra persona después de ese milagro tan grande que se dio en ella. Los vecinos nos unimos en oración cuando supimos que no le daban más vida», relató María Jiménez.
Fuentes religiosas en el Vaticano indicaron que el milagro habría ocurrido la misma noche de la beatificación de Juan Pablo II, en mayo del 2011.
Ulloa resaltó que hubo una investigación en el país. «La Santa Sede vino hasta acá a comprobarlo con los médicos (que trataron a la mujer) y a las personas más cercanas».
En abril pasado, una comisión de siete médicos consultada por la Congregación reconoció como milagro la curación inexplicable del caso.
Juan Pablo II, fallecido en 2005, fue proclamado beato tras el reconocimiento de un milagro, pero para su canonización era necesario que se comprobara un segundo milagro.
Karol Wojtyla, primer papa polaco de la historia, podría ser canonizado después de octubre, a finales del «Año de la Fe», proclamado por su sucesor Benedicto XVI.
