Unos 400 bomberos batallaban el lunes contra un incendio fuera de control en Arizona (suroeste de Estados Unidos), que cuadruplicó su tamaño durante la noche del domingo tras matar a 19 efectivos en la peor tragedia para los combatientes del fuego desde los atentados del 11 de septiembre.
El incendio de la colina de Yarnell (135 km al noroeste de Phoenix) se cebó con los integrantes de un cuerpo de élite en el que sólo hubo un sobreviviente. Se trata de la peor pérdida para los bomberos desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y la peor tragedia en un incendio forestal en 80 años.
Recordando a los 340 bomberos que murieron en Nueva York hace 12 años, la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, dijo en conferencia de prensa: «Así como honramos la memoria de los efectivos perdidos ese día cuando ingresaron a las torres en llamas, recordaremos a los valientes hombres» de Yarnell.
Entre el domingo de noche y el domingo de mañana, el incendio cuadruplicó su tamaño y quemó 3.380 hectáreas, alimentado por ráfagas de viento cálido, baja humedad y en medio de una ola de calor que atraviesa el suroeste y que en la región supera los 35 grados C, informaron autoridades en la rueda de prensa.
Desatado el viernes por un rayo, el fuego no estaba controlado en ningún sector y es combatido actualmente por 400 bomberos, el doble que el día anterior, dijo Mary Rasmussen, del servicio forestal estadounidense.
«Es una situación muy complicada», agregó el portavoz de gestión de tierras de Arizona Dennis Godfrey. «Los fuertes vientos son un verdadero peligro, mucho más porque cambian de dirección continuamente».
Los nombres de los bomberos fallecidos aún no se han dado a conocer, pero Juliann Ashcraft dijo al diario local Arizona Central que su marido Andrew murió en el infernal accidente.
«Murieron como héroes. Los extrañaremos. Los amamos», dijo Ashcraft, quien se enteró de la tragedia cuando miraba televisión con sus cuatro hijos.
Las autoridades dijeron que seguía investigando las causas de la tragedia, que aún son desconocidas. Dan Fraijo, jefe de bomberos de Prescott (160 km al norte de la capital Phoenix), pidió paciencia a los medios.
Según cifras de la ONG Asociación Nacional de Protección contra Incendios, es el peor incendio forestal desde que 29 bomberos murieron combatiendo el fuego en los bosques del parque Griffith de Los Ángeles, en 1933.
«Estamos abiertos a proveer información, pero simplemente hay respuestas que no tenemos aún», dijo Fraijo a periodistas, asegurando que los bomberos fallecidos eran «dedicados, buenos trabajadores y gente muy experimentada».
«Lo que sea que ocurrió será comprendido algún día» y de ello «se tomarán lecciones», agregó el jefe.
Funcionarios han especulado, en entrevistas al canal de noticias CNN, que los bomberos estaban cavando un cortafuegos y aparentemente desplegaron refugios con equipo de protección de último recurso justo antes de ser tragados por el fuego.
El presidente Barack Obama homenajeó a los fallecidos en un comunicado emitido durante su gira en África, en el que lamentó «esta terrible tragedia».
«Son héroes, profesionales altamente especializados, que como muchos en nuestro país trabajan a diario, poniéndose desinteresadamente en peligro para proteger la vida y bienes de conciudadanos a quienes probablemente nunca conocerán».
Mientras tanto, las autoridades evacuaban a cientos de personas de los poblados de Yarnell y Peeples Valley.
Se esperaba que el lunes llegara ayuda federal para Arizona, reportó el diario, y los funcionarios calcularon que al menos unas 250 viviendas quedarán destruidas por el fuego, prácticamente la mitad del poblado de Yarnell.