La palabra es un arma poderosa, por eso debe conocerse y utilizarse de forma adecuada, como recordó Tinedo Guía, presidente del Colegio Nacional de Periodistas (CNP) y reconocido comunicador social en Venezuela.
“Recuerdo que mi padre, cuando supo que iba a estudiar Comunicación Social, me regaló un diccionario y me dijo que cada vez que pudiera me leyera una página completa para ampliar mi lenguaje y el conocimiento de las letras”, dijo al tiempo que aconsejó a los jóvenes tomar esta misma iniciativa, así como reforzar el manejo de la sintaxis y la conjugación de los verbos.
Recalcó que mientras más se domine la palabra y su riqueza, el poder de convencimiento como comunicador se afianzará.
“Estamos acostumbrados a lo ordinario, pero no debemos decaer en el aprendizaje sino mantener un nivel alto de excelencia, proponernos a ser mejores cada día, criticarnos sin misericordia. Decirnos lo que no nos gustó y cambiarlo”, recomendó.
No criticó a quienes deseen estudiar la carrera para “salir en la televisión”, pero les alertó que el medio elimina a quien no esté preparado.
“Si el comunicador no engancha en los primeros tres minutos el público cambiará de canal o de dial (en el caso de la radio). En el medio impreso si el primer párrafo no capta la atención del lector será una nota vacía”, acotó Tinedo Guía.
Insistió que no será el rostro bonito que destaque, sino el intelecto del individuo.
“El mejor ejemplo lo tenemos en la mujer. Ella no se enamora del cuerpo o los bíceps -puede que le guste pero después se aburrirá- sino de las palabras. El amor entra por el oído, por lo que escucha”, afirmó con una sonrisa.
Equilibrio y responsabilidad
Ante la presencia de las redes sociales, Tinedo Guía recordó la responsabilidad que tienen los comunicadores sociales al divulgar una información no confirmada o en el caso del Twitter replicar un tuit sin tener certeza de su veracidad.
“El periodista es curioso por naturaleza, pero debe ser responsable en lo que dice o publica, si no perderá su credibilidad”, afirmó.
Como periodista se debe mostrar siempre las dos caras de una realidad, de manera que la población saque sus propias conclusiones.
Ministerio de Propaganda Política
Como presidente del Colegio de Periodistas invitó a los comunicadores sociales a colegiarse y participar de forma activa en la defensa de la libertad de expresión y el libre pensamiento.
“Debemos profesionalizar la información, porque ahora todos creen ser periodistas sin haber pasado por la academia. Hay que limpiar la piratería”, agregó.
En este punto, criticó el Premio Nacional de Periodismo que fue otorgado al fallecido Hugo Chávez.
“Fue un premio otorgado a una persona que no era periodista, no estaba agremiado ni tenía mérito en la profesión”, estimó Guía.
Recordó que durante el mandato presidencial de Hugo Chávez fueron cerradas 34 emisoras y un canal de televisión (Radio Caracas Televisión RCTV).
“El Gobierno recalca que han creado más medios, ¿pero qué hacen? sólo propaganda para su proyecto político. El Ministerio de Comunicación debería cambiarse de nombre por Ministerio de Propaganda Política; sería más honesto”, aseveró.
En cuanto a las cadenas de radio y televisión dijo que sólo sirven para escuchar a funcionarios del Gobierno hablar “gamelote”.
“Dicen que los medios privados invisibilizan sus obras, pero ¿cuáles?, ¿cuántas autopistas se han construido? ¿represas, sistemas de riego?, ¿cuántas tierras expropiadas que eran productivas ahora se encuentran realmente produciendo?, ¿acaso ha mejorado el servicio eléctrico?, ¿las políticas económicas han generado menor inflación y menos devaluación?, ¿cuántas industrias se han fortalecido? ¿han bajado los índices de inseguridad?. Pido a la población que responda con sinceridad estas preguntas”, inquirió Tinedo Guía.
En este punto recalcó que el Gobierno es quien ha invisibilizado al venezolano que piensa distinto.
“En Venezolana de Televisión (VTV) no vemos un programa donde los habitantes de los barrios comuniquen sus problemas. No existe”, adujo.
Ministerio = Servicio
En Venezuela los periodistas deben sortear la dificultad de obtener acceso a las fuentes oficiales, datos, cifras y detalles de las políticas públicas, sobre todo cuando existen denuncias sobre una gestión política particular.
Sin embargo, se debe continuar en la búsqueda incesante de la información y ofrecerla al público, principal deber del comunicador social.
Recordó que los periodistas especializados tienen el derecho de opinar sobre cualquier situación que acontezca en el devenir venezolano, sin embargo, en la actualidad, los comunicadores que critican las gestiones del Gobierno Nacional son satanizados e insultados con diferentes denominaciones como imperialista, facista, opositor y más.
“La palabra ministerio significa servicio. Los ministros están al servicio de la población, y por ende se encuentran en la obligación de conocer lo que sucede en su despacho para informarlo al país. ¿Cómo es posible que la ministra de Salud ofrezca declaraciones mostrando cifras de Estados Unidos? ¿Acaso no sabe lo que sucede en su despacho?”, se preguntó el presidente del Colegio Nacional de Periodistas.
Mencionó que los ministros pueden pedir apoyo de los académicos y de instituciones educativas como las universidades para hacer investigaciones sobre los temas que atañen a la sociedad en general.
“Se creen dueños de la verdad, no aceptan colaboración de otras instituciones, sólo obedecen las directrices de un partido político”, expresó Tinedo Guía.
Hizo la comparación con un ama de casa, quien conoce el presupuesto que maneja, lo que puede comprar, cuántos pañales necesita al mes, compotas, y más detalles de su hogar. Asimismo, el pueblo tiene el derecho a conocer los manejos en las políticas públicas de los funcionarios.
“El país se está hundiendo, no hay insumos médicos, medicamentos, los servicios como el agua y la luz fallan. Tenemos una contaminación en el embalse Carabobo, la gente está enfermando por tomar agua contaminada y el Gobierno no dice ni hace nada”, dijo Guía.
Recordó que la información del manejo de los fondos públicos debe estar al alcance de cualquier individuo, como lo establecen las leyes, sin embargo, en Venezuela no se cumplen.