En Urachiche mueren las tradiciones

El 24 de junio se celebran en Urachiche, Yaracuy, las fiestas patronales.
Durante décadas es una costumbre en nuestro pueblo la conmemoración de las festividades en honor a San Juan Bautista.
Gratos recuerdos de nuestra niñez y juventud se hacen presente en nuestro corazón: El día del patrono todos nuestros coterráneos a las 4 de la madrugada se iban a bañar en el baño llamado El Chorro. En la mañana los urachichenos se engalanaban para asistir a la misa en honor al patrono donde generalmente asistía el señor Obispo.
De allí se iba a la sesión solemne donde intervenía un orador que disertaba sobre los valores del pueblo. Posteriormente asistíamos al desfile cívico-militar, donde participaban las escuelas con sus alumnos y docentes. En las noche veíamos pasar a nuestros habitantes engalardonados con sus mejores trajes y las damas con sus vistosos peinados para asistir a la fiesta de gala que se realizaba en el salón de sesiones del Concejo Municipal, fiesta generalmente animada por una orquesta de renombre nacional.
En el transcurso de la semana en la Plaza Bolivar se realizaban juegos tradicionales: El palo encebado, donde hacíamos grandes esfuerzos para alcanzar lo más alto del palo porque allí había un premio. El cochino encebado, que consistía en un cerdo lleno de grasa que soltaban y quien lograra agarrarlo se quedaba con él. Se hacían carreras en sacos, etc.
En las tardes asistíamos a los toros coleados, donde toro, caballo y jinete resoplaban por el esfuerzo de la carrera; el animador en la tribuna principal gritaba: Cacho en la manga, corríamos despavoridos a refugiarnos debajo de la talanquera, mientras un torero improvisado con una franela o camisa roja hacía pases imitando a un torero, el toro desesperado por huir introducía la cabeza entre los barrotes y nos miraba con los ojos enrojecidos por la furia y si pudiéramos saber qué pensaba, es mejor no decirlo.
Terminados los toros coleados nos íbamos para los carruseles donde nos montábamos en el Viaje a la Luna y en los carritos chocones. Al frente estaba el templete donde se hacía la coronación de la reina de las fiestas y se presentaban conjuntos locales y regionales y todo se convertía en ua gran fiesta tradicional. A lo lejos en los quioscos se oía un borrachito que gritaba: Viva San Juan. Al final de las festividades todo el pueblo asistía al cierre de las festividades con despliegue de fuegos pirotécnicos que causaban admiración en los presentes. Todo lo narrado se hacía con la vigilancia atenta de la comandancia y coordinado por el llamado Concejo Municipal, hoy Alcaldía.
Si se dieron cuenta utilicé el tiempo pasado, porque en la actualidad estas festividades están desapareciendo por falta de colaboración de los entes municipales y estadales. ¿No se dan cuenta que con esa actitud están eliminando el pasado y tienen que recordar que «un pueblo sin pasado es un pueblo sin futuro”? (Anónimo)