El seleccionador español Vicente Del Bosque, conocido por su carácter serio, se mostró encantado con que España jugase contra Brasil en la final de la Copa Confederaciones en Maracaná el domingo – incluso aunque no lo demostrara.
El técnico de 62 años, hablando ante la prensa antes del partido que enfrentará a los anfitriones del próximo mundial y los actuales campeones del mundo, dejó escapar una inusual sonrisa y una carcajada cuando dijo que el fútbol no sólo era su pasión, sino también «su vicio secreto».
La expresión apesadumbrada de Del Bosque esconde a un maestro de la táctica y un estratega que ha guiado a España al título mundial en 2010 y al europeo en 2012 y acumula una racha de 29 partidos oficiales consecutivos sin perder.
«He sido privilegiado de poder ser futbolista. El fútbol es mi pasión, mi vicio», dijo Del Bosque. «Disfruto mucho en los momentos de tensión. He tenido la fortuna de estar en equipos grandes y en la selección».
«He disfrutado mucho a pesar de que no sea muy expresivo», rió.
«Es una satisfacción jugar la final en Maracaná, un día feliz, una fiesta, mas allá de la responsabilidad que tenemos. Para todos es algo muy bonito. Brasil es historia del fútbol, son los padres del fútbol y en un estadio como Maracaná que ha vivido momentos extraordinarios».
«Somos felices de jugar la final aquí y ojalá podamos regresar en 2014».
Aunque no anunció su alineación inicial para la final, dijo que el equipo sería «similar» al que ganó a Italia en la tanda de penaltis por 7-6 después de que ninguna de las dos selecciones fuera capaz de anotar un solo gol en 120 minutos, en una semifinal disputada bajo el calor y la humedad de Fortaleza.
Salió al paso ante la pregunta sobre el estado de Cesc Fàbregas, Sergio Ramos y Sergio Busquets, diciendo simplemente que sus jugadores están en «buena forma».
Antes del sábado, Fàbregas dijo que estaba listo para jugar y que su salida del partido en la segunda parte ante Nigeria, que le dejó fuera de la semifinal, fue solo por precaución.
«Solo fue un susto», dijo Fàbregas al diario AS.
El partido comienza a las 1900 hora local (2200 GMT, medianoche en España), tras el encuentro por el tercer y cuarto puesto entre Italia y Uruguay (1600 GMT).