En horas de la mañana de este martes, falleció el misionero Rafael Ángel Superlano Paredes, quien en vida sirviera en la parroquia San José durante 18 años.
Natural de Barinitas, estado Barinas, Superlano era el mayor de 13 hermanos. A la edad de 16 años, estableció una pequeña y humilde tienda en el pueblo de Caldera, pero siempre tuvo entre sus costumbres diarias el asistir a misa.
Allí conoció a los misioneros redentoristas y se unió a ellos en una travesía que definiría el resto de su vida. Viajó con esta organización hasta Colombia donde por 15 años se integró al noviciado en las labores de sastrería, cocina y demás labores.
En 1952 llegó a la ciudad de Barquisimeto, luego pasó por Valencia y Maracaibo donde permaneció ocho años, hasta que regresó a la tierra crepuscular, donde hasta el día de ayer se mantuvo al servicio de la iglesia y sus feligreses.
El padre Felicísimo González, párroco de la Iglesia San José, relató que Superlano arribó este año a sus 72 años de vida religiosa y, aunque no se formó como sacerdote, tenía la potestad para entregar la comunión. Realizaba actividades con la comunidad y se mantenía activo en la ayuda del prójimo, siempre atento del mantenimiento de la iglesia a la cual dedicó su vida en cuerpo y alma.
Dentro de la parroquia, se caracterizaba por su tranquilidad y hacendosas labores. Era el encargado de la realización de las hostias para las liturgias diarias dentro de la Iglesia San José, labor que desempeñó con la responsabilidad de siempre.
Fue velado ante el altar de la Iglesia San José, en compañía de la comunidad, que rindió un homenaje a su legado dentro de la parroquia y posteriormente el día miércoles, luego de una misa solemne precedida por monseñor Antonio López Castillo, recibió cristiana sepultura en el cementerio de Pueblo Nuevo, donde reposa en el panteón de la arquidiócesis.