Sea cual sea el resultado de la final, Neymar ya ha hecho lo suficiente en la Copa Confederaciones como para silenciar a quienes dudaban de sus aptitudes para ser el referente de la selección brasileña.
Otro buen desempeño ante España el domingo y resultará muy difícil no decir que es el futuro el fútbol brasileño.
Neymar acaparó titulares en todo el mundo al anunciarse su pase al Barcelona poco antes del inicio de la Copa. Pero llegó al torneo precedido por actuaciones flojas con la selección y obligado a demostrar que todas las esperanzas que se han puesto en su talento con miras a la Copa Mundial están justificadas.
Tres goles en cuatro partidos cambiaron todo. Brasil está en la final y Neymar fue elegido el mejor jugador del encuentro en tres ocasiones. Su aporte fue decisivo en la sufrida victoria de las semifinales ante Uruguay.
«Barcelona debe estar feliz de ver lo que está haciendo aquí», declaró el técnico de Brasil Luiz Felipe Scolari. «Ha estado jugando bien, marcando la diferencia contra defensores europeos».
Luciendo el número 10 en la espalda, Neymar abrió la cuenta en el partido inaugural contra Japón y también anotó en el segundo encuentro ante México. Los dos fueron golazos. En el tercero marcó con un penal bien ejecutado ante Italia y en las semifinales hizo los pases en los goles que le dieron a Brasil un triunfo 2-1 ante Uruguay.
«Neymar es nuestro ídolo, el ídolo del pueblo», dijo Felipao, como se conoce al técnico. «Ha tenido una buena serie de partidos y todos están contentos. Es importante para él vivir todas estas diferentes situaciones con Brasil porque lo beneficiará en el futuro».
Neymar se dio a conocer con actuaciones monumentales en el Santos, pero muchos dudaron de su talento al ver que no repetía esos desempeños con la selección.
Se le echó en cara que se tiraba mucho al suelo, algo que se repitió en la Confederaciones cuando el capitán uruguayo Diego Lugano lo acusó públicamente de tratar de «engañar el árbitro y a los rivales» fingiendo una falta.
La Confederación Brasileña de Fútbol salió en su defensa y emitió un largo comunicado en el que dijo que «vale la pena reiterar que Neymar no necesita apelar a simulacros para jugar el fútbol que tiene encantado al mundo».
Es cierto que Neymar estuvo mucho por el piso durante el torneo, pero también es cierto que lo marcan fuerte. Además, luce más fornido y ha sido capaz de resistir los embates de algunos de los defensores más cotizados, y corpulentos, de Europa.
La primera incursión de Neymar con la verdeamarela fue un fiasco y Brasil fue eliminado de la Copa América del 2011 en los cuartos de final por Paraguay.
También estuvo en el equipo olímpico que trató de darle a Brasil en Londres el único título grande que todavía no ha ganado. Pero Brasil no impresionó y perdió la final con México.
El desencanto con sus actuaciones en la selección fue tal que Neymar fue abucheado en un partido amistoso que Brasil igualó 2-2 con Chile a principios del año.
Antes de confirmarse su pase al Barcelona Neymar tuvo una mala racha. No anotó en nueve partidos y reaparecieron los escépticos que dijeron que en la Confederaciones sería otras decepción.
Neymar, no obstante, ha jugado bien y el domingo, en el Maracaná, tendrá una oportunidad ideal de despejar cualquier duda que pueda quedar ante España.
Antes de la Copa Neymar dijo que jugar la final con España sería «un sueño hecho realidad».
«Es un gran equipo, con grandes jugadores. Haría todo lo que esté a mi alcance para ganarles y darle el título a Brasil».
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