La pobreza de los pobres (I/III)

Al amparo de este concepto cobijado un sinnúmero de estudio, conceptos, planes, etc., definir la pobreza es hablar de carencias, pero aquí debemos plantear dos tipos de pobreza, utilizando palabras de moda: la pobreza exógena y la pobreza endógena. La primera se refiere al entorno, fundamentada en la carencia de servicios básicos y en el precario ingreso económico familiar. La segunda (endógeno) debemos verla como intangible, no cuantificable, pero primordial para el análisis.
La pobreza exógena, llevada a su máximo nivel: pobreza extrema, ha sido cuantificada en los últimos años con parámetros que disfrazan la realidad. Las estadísticas oficiales la ubican en 10% del total poblacional, otros la señalan entre un 17 a 20%.
Cualquiera sea la cifra, se hace inaceptable, pues Venezuela con los ingresos provenientes del petróleo, impuestos, endeudamiento interno y externo, debería reflejar una adecuada calidad de vida para todos los sectores de la población.
La metodología chavista, tratando de combatir la pobreza creó varias misiones que si bien estaban debidamente focalizada, sus resultados se anulan, pues este tipo de acciones deben ser oportunas, temporales y progresivas. Las acciones oficiales al convertirse en dadivas electorales, rinden frutos políticos pero no logran metas en el desarrollo humano del sector.
Aquí caemos en la concepción de la pobreza endógena. Pero eso es harina de otro costal.