Los jugadores de Italia tienen un mensaje para España antes de su duelo por las semifinales de la Copa Confederaciones: que siga la fiesta.
En medio de la polémica por el robo a varios jugadores españoles en un hotel en Recife, que según medios brasileños se produjo durante un festejo subido de tono, los campeones del mundo enfrentan el jueves a Italia por el segundo boleto a la final de la Confederaciones.
El ganador enfrentará el domingo en Río de Janeiro a Brasil o Uruguay, que disputan la otra semifinal el miércoles en Belo Horizonte.
Se trata de una reedición de la final de la última Eurocopa, y todos sabemos cómo terminó ese encuentro en junio del año pasado en Kiev. España le dio una paliza 4-0 a la Azzurra, a la que dominó de principio a fin, para revalidar la corona que conquistó en 2008.
“Esperamos que se hayan agotado”, bromeó (¿bromeó?) el volante italiano Claudio Marchisio cuando le preguntaron sobre la supuesta fiesta con alcohol y mujeres en el hotel de la concentración española en Recife, después del triunfo 2-1 sobre Uruguay en la primera fecha del torneo.
España no se cansó, por supuesto, ya que después le propinó una goleada histórica de 10-0 a Tahití y cerró una fase de grupos perfecta con un triunfo 3-0 sobre Nigeria. Italia sufrió bastante en su sector, al ganarle 2-1 a México, después 4-3 a Japón en un encuentro en el que tuvo que remontar dos goles, y cayó 4-2 ante Brasil.
Así llegamos a unas semifinales de lujo, con dos equipos que se conocen al dedillo y que muestran pocos cambios en personal y filosofía respecto al duelo en la capital ucraniana.