La música, el baile y los niños tienen una estrecha relación, se podría decir que oyen música y se ponen a bailar sin mostrar vergüenza o incomodidad, seguramente varios padres podrán dar testimonio sobre cómo sus hijos de dos o tres añitos se ponen a bailar cuando escuchan música.
Los niños de estas edades son como esponjas, perfectos receptores de todos los estímulos que les rodean y sin duda, la música es un gran estímulo que se expresa mediante el movimiento o el baile, recordemos además que la música ejerce su influencia desde que el bebé se encuentra en el vientre materno, de ello hablábamos en el post El efecto Mozart y las ventajas de la música en el embarazo.
Como padres, es interesante aprovechar ese interés mostrado por la música y el baile, sobre todo porque favorecen notablemente muchos aspectos del desarrollo físico e intelectual. Ambas disciplinas deben formar parte de un aprendizaje lúdico, nunca debe ser algo obligado, ya que los niños podrían rechazarlas y privarse de los múltiples beneficios que ofrecen, la educación musical debe ser impartida como un entretenimiento y una diversión en edades tempranas.
La música y el baile son actividades que ayudan a descargar tensiones, basta con utilizar la música adecuada para que un niño exprese su inquietud a través del baile, resultará eficaz utilizar música con ritmos movidos, de este modo disfrutan, se divierten y además satisfacen su necesidad de movimiento.
La música influye en cualquier momento del día, si se acerca la hora de dormir, basta con escuchar música relajante y tranquila balanceándose a su compás, es un movimiento que les trae bellos recuerdos, como cuando eran mecidos en los brazos de los padres, brindando la sensación de protección que le ayuda a dormir.
Son muchísimas las ventajas ofrecidas por el baile, con esta actividad los niños aprenden a coordinar sus movimientos y mover el cuerpo de un modo que no habrían concebido. El baile además les ayuda a potenciar la sociabilidad, como a la mayoría de los niños les gusta bailar, se unen en esta actividad integrándose con mayor facilidad.
Son muchos los estudios que muestran que la afición a la música en la infancia permite que los niños aprendan con mayor facilidad conceptos matemáticos o aumenten su capacidad de memoria gracias a la retención que realizan de las letras musicales, como dato hay que añadir que además la música permite aumentar el vocabulario de los niños.
La música contribuye a adquirir determinadas disciplinas a través de la educación musical, pero además, provoca una estimulación cerebral que logra mejorar la capacidad artística en otros aspectos. Nuestros hijos escuchan música y bailan, es el reflejo de unos sentimientos positivos conjugados con grandes dosis de salubridad. Seguiremos hablando de la música, el baile y los grandes beneficios que los niños reciben.