De nuevo la universidad

Mi apreciada amiga y colega, Dra. Nelly Cuenca de Ramírez, distinguida profesora universitaria y experta en el tema de resolución de conflictos, fundadora precisamente del Centro de Resolución de Conflictos del Colegio de Abogados del estado Lara, donde ha desarrollado una extraordinaria labor, digna del mayor elogio, ha venido exponiendo algunas ideas muy claras y valiosasa fin de contribuir a la solución del conflicto universitario que persiste y me atrevería a decir que se agrava.
Ojalá Nelly tenga suerte y abone el terreno para la paz universitaria. Le deseo el mayor éxito y si en algo pudiéramos ayudar, estoy a su disposición. No sé si habrá recibido alguna respuesta de los sectores en conflicto.
Las ideas de Nelly que leí, según ella misma refiere, se encuentran contenidas en el Manual de Mediación de la OIT. Al comenzar a leer esos postulados me encontré, en los dos primeros puntos, que para abordar con cierta posibilidad de éxito la resolución de un conflicto, son necesarios los siguientes aspectos:
“1.- Reconocimiento de la realidad del conflicto laboral en el seno de la sociedad. 2.- Reconocimiento de los agentes protagonistas del conflicto y de sus asociaciones como sujetos legitimados para alcanzar una solución del mismo a través de la negociación.” Lamentablemente en el caso del conflicto universitario, ninguna de estas premisas se cumple. Y si estas premisas no se cumplen, dice el citado Manual de Mediación, “el sistema deja de funcionar,  ya que los auténticos protagonistas del conflicto y de su solución, son las representaciones de las partes en conflicto.
”Todos los universitarios, especialmente los larenses, debemos agradecer a la doctora Cuenca de Ramírez su esfuerzo y empeño en solucionar o en aportar ideas para la solución de este triste y trágico conflicto, pero sin querer ser pesimista, como me ha dicho más de uno por ahí, sin la buena disposición del régimen no habrá una solución pronta y duradera. Es el régimen quien tiene la obligación de tomar la iniciativa. Nuestros muchachos están inmolándose por la universidad y al gobierno poco o nada le importa. No quiero ni siquiera imaginar que algún estudiante muriera como consecuencia de esta larga huelga de hambre. Por otra parte, los gremios han sido desconocidos y no hay, hasta el momento de escribir estas líneas, disposición de reconocer, en el caso de los profesores, a la FAPUV como legítima representante de una de las partes en conflicto. El régimen, hasta hoy, se empeña en imponer su criterio y su voluntad, no solo a través del chantaje, sino incluso del insulto y la mentira.
Casi simultáneamente a la lectura de la encomiable disposición de Nelly de mediar en el conflicto, leí lainsólita declaración de quien ocupa la Presidencia de la República, recomendando groseramente, como es usual en él, a la rectora de la UCV. Dra. Cecilia García Arocha, que se lanzara candidata a diputado, pues según la preclara mente de ese señor, toda la actuación de la rectora García Arocha no tiene sino intenciones políticas y desestabilizadoras. Por supuesto la rectora García Arocha le respondió por su parte, que se inscribiera en una carrera universitaria y conociera bien la universidad.
En ese ambiente es muy poco lo que se puede avanzar en la solución del conflicto. Son dos visiones que deben procurar un acercamiento, respetándose mutuamente y considerando que cada quien tiene derecho a tener su propio pensamiento. Uno de los motivos del conflicto universitario es que el gobierno pretende imponer el socialismo como la única visión ideológica que existe y, según su parecer, las universidades deben adherirse en ese predicamento. El régimen no acepta que por lo menos la mitad del país piensa distinto a él. Es  inaceptable un solo pensamiento y mucho más en las universidades.Nadie puede imponerle a otro su visión del mundo y de la vida y agrego, por si alguno piensa mal, que tampoco se puede imponer ni en las universidades, ni en el país  y sería igual de aberrante, el pensamiento socialcristiano o social demócrata o liberal o conservador o neoliberal o cualquier otro.
En la universidad se busca la verdad y si la universidad quiere ser universidad de verdad, debe ser libre y plural. La defensa de una universidad libre y plural, es la defensa de la esencia de la universidad. Le deseo mucha paciencia y mucha suerte a mi amiga Nelly en su empeño de convencer al régimen de escuchar y dialogar con los sectores que no le son afectos. Convencer al régimen de la obligación que tiene de reconocer a sus contrarios y respetarlos, es labor de Patria. Así como el país es de todos, la universidad también es de todos. Salvémosla.