Apuntes – Barbarie en la DEM

Transitar por una carretera de cualquier estado del país, visitar un abasto o supermercado, observar las constantes interrupciones del servicio eléctrico, contemplar la cantidad de indigentes y niños de la calle en Caracas y las distintas ciudades de Venezuela, pasarle revista semanal a los centenares de fallecidos a manos de la inseguridad y la delincuencia o constatar el cementerio en que se han convertido las fincas o empresas expropiadas o tomadas por la fuerza por el gobierno, es el triste reflejo de lo que está pasando en un país, que ha visto derrochar cerca de un billón y medio de dólares durante los tres lustros que se aproximan a cumplir, los representantes del Socialismo del Siglo 21 en el poder.
Muchas barbaridades, arbitrariedades y aberraciones hemos visto cometer a estos representantes del peor accidente histórico que haya vivido nuestra Venezuela en su historia republicana, pero como si estas fueran poco, faltaba acometer una adicional, que los distinguiera ante la humanidad, como los más primitivos y descabellados dirigentes, en  llegar a conducir los destinos de un país.
Estos bárbaros encabezados ayer por Hugo Chávez y ahora por el “estadista” Maduro, pasarán a competir, con todas las probabilidades de éxito, por el premio Guinnes de lo absurdo, al nombrar al hermano ingeniero del fallecido Presidente como el flamante Director ejecutivo de la Magistratura, o lo que es lo mismo, el nuevo administrador con capacidad y facultades, para nombrar, destituir, ascender o degradar a todos los funcionarios del Poder Judicial, incluidos los responsables directos de administrar e impartir justicia en todo el territorio Nacional, como son los jueces de los distintos ámbitos legales.
En estos quince catastróficos años de gobierno chavista, hemos visto nombrar a profesores dirigiendo el sistema eléctrico, a ingenieros al frente de despachos educativos, a militares paracaidistas que desconocen lo que es un bisturí, como ministros de salud, a matemáticos al frente del Banco Central y las finanzas del país y analfabetas al frente del despacho de la cultura, pero lo que en verdad nos ha hecho perder la poca capacidad de asombro que nos quedaba es este nombramiento en la DEM, porque aquí lo que están demostrándole a los venezolanos y al mundo, que el tiempo de los bárbaros, que creíamos había pasado hace siglos, con la desaparición de Atila, ha vuelto y que estos desmollejados, como dirían los maracuchos, son capaces de cualquier cosa para sembrar terror y pánico en la sociedad venezolana, porque lo que está detrás de esta designación es el secuestro político y administrativo, por parte del régimen y el partido de gobierno, de todas las decisiones y los juicios que se sigan en Venezuela, para que estos sean tutelados desde el poder, so pena de que los jueces, que en pleno ejercicio de sus funciones, dicten sentencias que incomoden al gobierno, sean inmediatamente y sin fórmulas de juicio, destituidos y pasados a condición de enjuiciados y sentenciados, tal como ocurrió, con la valiente juez María Lourdes Afiuni.
La señal es tétrica, pero cuando los regímenes de estas características están llegando a su fin, recurren a este tipo de prácticas nefastas, para atemorizar. Ojalá que el país entero le dé la lectura que se requiere a este tipo de decisiones y con más fuerza sigamos luchando, para vencer aplastantemente el 8 de diciembre y terminemos de deslegitimar a Maduro y a estos depredadores de la nación.