La industria de la defensa vive un ‘boom’ en Latinoamérica impulsado por el crecimiento económico y una mayor preocupación por las amenazas a la seguridad interior, señaló este martes la respetada consultoría de defensa y seguridad IHS Jane’s.
Las importaciones de armamento aumentaron un 16% en el subcontinente entre 2008 y 2012, pasando en ese periodo de 3.420 millones de dólares a 3.960 millones de dólares anuales, precisó en su informe titulado “The Balance of Trade”.
“Latinoamérica destaca cuando examinamos las tendencias y el desarrollo mundial del mercado de la defensa”, estimó Ben Moores, analista de IHS Jane’s, citado en el comunicado.
“Contrariamente a Europa y Asia, donde cada país lucha por sí mismo y las amenazas son externas, la cooperación regional en Latinoamérica aumenta rápidamente y la atención se centra en los asuntos de seguridad interna”, agregó.
El experto señala que la defensa se está constituyendo como “un grupo multilateral” en Latinoamérica y destaca en este sentido la creación del Consejo de Defensa Suramericano (CDS), la instancia de consulta, cooperación y coordinación en materia de Defensa de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Brasil, el país con el mayor presupuesto de defensa de la región, registró en cuatro años un aumento del 87% de sus importaciones hasta los 931 millones de dólares en 2012, comparado con 497 millones en 2008, y ese crecimiento continuará en los próximos años, según IHS Jane’s.
En el ranking de las importaciones, sin embargo, la potencia fue superada por Venezuela, que importó el año pasado por valor de unos 1.200 millones de dólares.
“Incluso después de (el difunto presidente Hugo) Chávez, nada debería cambiar porque Venezuela está a medio camino de sus programas de rearme y es muy costoso abandonarlos”, precisó luego Moores en conversación telefónica con la AFP.
Estados Unidos, proveedor privilegiado por países como Colombia o México, sigue siendo el principal suministrador de equipos y material de defensa para América Latina, con 758,52 millones de dólares en 2012.
Pero Rusia, gracias principalmente a Venezuela, se sitúa justo por detrás con 730,8 millones, seguido de Francia (636,2 millones), China (594,4 millones) y España (505,04 millones).
En términos presupuestarios, Brasil, con unos 30.620 millones de dólares en 2012, casi triplicó la partida de 12.949 millones destinada por Colombia a Defensa y más que quintuplicó los 5.797 de México y los 5.457 de Venezuela.
La consultoría destaca también los nuevos vínculos entre Latinoamérica y África subsahariana, y especialmente de Brasil, poseedor de la mayor industria militar de la región, que ha firmado contratos para entregas entre 2013 y 2015 por valor de 311 millones con nueve países de esa región.
“Los principales socios comerciales del país son Angola, Burkina Faso y Mauritania, y su principal exportación el avión de entrenamiento A-29″, precisó Moores, destacando también las empresas conjuntas que está formando con otras potencias emergentes como Sudáfrica.
En el contexto mundial, pese a la crisis económica, el comercio mundial de equipos de defensa -que engloba importaciones y exportaciones- pasó de 56.565 millones de dólares en 2008 a 73.458 millones de dólares en 2012, y podría duplicarse antes del final de 2020.
Y el rápido aumento de las exportaciones de China y otros países de la región Asia Pacífico “amenaza la dominación de Estados Unidos”, el mayor exportador de armas con 28.500 millones de dólares el año pasado, en el mercado de la defensa mundial, señala el informe.