La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, enviará al Congreso el pedido para que se haga un plebiscito para una reforma política en el país, aunque sin la convocatoria de una asamblea constituyente, informó el martes el ministro de Educación, Aloizio Mercadante.
«La presidenta encaminará a los presidentes de la Cámara y del Senado la propuesta del Ejecutivo para la realización de un plebiscito», dijo Mercadante. «No tenemos tiempo hábil para realizar una constituyente», añadió.
El ministro dijo que todo se hará lo antes posible, ante la inminencia de las elecciones de octubre del próximo año en el país.
«El objetivo es la brevedad porque cualquier cambio legal se hace hasta un año antes de la vigencia de una elección», explicó.
Tras históricas manifestaciones de descontento de la población contra la corrupción y por mejores servicios públicos que llevaron a más de un millón de personas a las calles el jueves, Rousseff propuso el lunes que la población decida en un plebiscito la creación de una Constituyente que lleve a cabo una reforma política.
La convocatoria de una constituyente generó polémica entre parlamentarios y críticas de juristas que la consideraron fuera de la normativa legal.
Rousseff se reunió el martes con los presidentes de la Corte Suprema, primero, y después de la Cámara y el Senado para debatir su propuesta.
«En esas consultas, especialmente con la Cámara y el Senado, hubo entendimiento en torno a la realización de un plebiscito con foco en la reforma política», dijo el ministro tras la reunión.
Rousseff consultará a partidos aliados y oposición para definir las preguntas sobre la reforma política que serán hechas en el plebiscito a la población, completó.