Revocatorio militar

-

- Publicidad -

Hoy 24 de junio quiero compartir con ustedes una reflexión sobre nuestras disminuidas fuerzas castrenses.
Estoy segura de que las excepciones son mayoritarias, pero los verdeoliva que más suenan han dejado muy mal parada su institución. En el pasado reciente han protagonizado episodios que me llenan de vergüenza como venezolana. El bozal de arepa ha podido más que los principios, las convicciones y las promesas. Desde quienes le permitieron a Blanca Ibáñez encasquetarse un uniforme militar sin ser militar y obedecieron sus órdenes, hasta los generales de muchos soles de ahora cuyos únicos méritos han sido arrodillarse ante Hugo Chávez -y ahora ante Nicolás Maduro- esa parte de la Fuerza Armada da pena.
Todavía hay quienes creen que los militares son “la solución”. Con esa idea en mente eligieron a Hugo Chávez presidente y Maduro se disfraza de militar para reforzar la creencia. Si los militares fueran “la solución”, Venezuela sería el primer país del mundo: desde que somos república en 1830, es decir, durante 183 años, solo algo más de 41 años hemos tenido presidentes civiles. De resto, puro militar. Casi el 78%. Ustedes me dirán.
Hoy en día, la corrupción verdirroja va desde el soldado que matraquea en las fronteras, en las alcabalas y en las carreteras, pasando por los oficiales de rangos medios que cambian dólares a bolívares y bolívares a dólares, hasta los generalotes y coronelotes con cuentas cifradas en paraísos fiscales.
Miles son las historias, propias o de gente muy cercana, sobre cómo hemos sido víctimas de la matraca de la Guardia Nacional. En las carreteras han sido pocos los transportistas que se han salvado de las requisas en las que luego de pedir todos los papeles legales, los guardias (que tienen como divisa el “honor”) empiezan a pedir lo imposible, en una guerra de resistencia hasta que el chofer, harto, cae en la pregunta de rigor “¿podemos arreglarlo de otra forma?”… ¡Bingo!
Por decenas de miles se cuentan las domésticas colombianas que pagan su peaje para entrar y salir del país. Entre lo que se ha devaluado el bolívar y la imposibilidad de cambiar lo que ganan en pesos, es perverso que esas trabajadoras tengan que entregar parte de lo que tanto les ha costado ganarse. Eso para no hablar de los puertos, el lugar más apetecible para hacerse muy rápido de lo que no les pertenece.
El gobierno no permite que se hable del dólar paralelo y amenaza con castigar a quien lo mencione. Pero es bien sabido que todo régimen que instaura un control de cambio es el creador del mercado paralelo. Ésa es precisamente una de las causas de la crisis que hoy estamos viviendo: un cambio oficial irreal y una diferencia abismal entre el valor oficial y el del mercado negro. Y los billetes son tan verdes como el color de los uniformes de quienes manejan ese mercado. En varias oportunidades me han hablado de “un amigo militar que te cambia los bolívares” ¡zape, gato!
Además, la saña con que les hemos visto reprimiendo a la población civil habla muy mal de ellos. Gracias Chávez por los favores recibidos.
No puedo dejar de pensar en los militares que dieron sus vidas para que nuestra patria no cayera en manos de Fidel Castro cada vez que veo a los de ahora cuadrarse ante el sátrapa del Caribe. Le entregaron Venezuela en bandeja de petróleo y encima le hicieron reverencias.
Quiero proponer un revocatorio militar como principio de la purga que tiene que llevarse a cabo en nuestra Fuerza Armada. Los ciudadanos deberíamos poder revocar a los jefes de brigadas, divisiones y guarniciones ¿Se han puesto a pensar que en un caso de emergencia ellos tendrían el poder total, hasta sobre nuestras vidas? ¡Escalofría de solo pensarlo!
Honestamente, espero que hayamos aprendido la lección. Los militares deben volver a sus cuarteles. A cuidar fronteras, a mantener el orden. Nunca más un militar en la presidencia de la república ¡Nunca más!

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

- Publicidad -

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -