Varios miembros de la familia de Nelson Mandela, entre los que estaban su exmujer Winnie y sus dos hijas Zindzi y Zenani, acudieron este lunes al hospital para visitar al expresidente sudafricano cuyo pronóstico vital sigue siendo «crítico».
Winnie Madikizela-Mandela, exmujer del líder de la lucha contra el apartheid de la que se divorció en 1996, mantuvo el hábito que contrajo prácticamente desde el comienzo de su ingreso y acudió a visitar a Mandela al Mediclinic Heart Hospital de Pretoria.
Los fotógrafos la vieron desde lejos cómo descendía de un BMW con sirenas, con la cara oculta tras unas gafas negras y junto a su hija Zindzi.
Zenani Mandela-Dlamini, la otra hija de Nelson Mandela, llegó por separado.
Las dos hermanas mantienen una fría relación después del accidente de coche que en 2010 acabó con la vida de la nieta de Zindzi, cuando viajaba en un vehículo conducido por la pareja de su hermana Zenani.
La esposa de Nelson Mandela, Graça Machel, no dejó el hospital desde que el primer presidente negro de Sudáfrica fue ingresado de urgencia el 8 de junio.
Según la presidencia sudafricana, los médicos hacen todo lo que pueden, pero desde el domingo por la noche el estado de salud de Nelson Mandela es crítico.