Parafraseos

•“En Roma hacemos como los romanos, ¿y ustedes en Venezuela?” le preguntó el Papa Francisco a Nicolás. El presidente, tuteando al Papa , replicó : “Mira, chico”, allá no pues el pueblo  es regiona-lista. Obedece al gobierno a través de una lista”
•El presidente viajó a Roma y no lo echamos de menos ni demás sino todo lo contrario, pues viajó con una multitud de innecesarios
•Es importante aclarar dónde nació Maduro. No importaría su lugar de nacimiento, si el personaje fuese en verdad un jumento
•Para que le ayude con la alimentación de su pueblo, el gobierno acude a la FAO (Food and Agriculture Organization). Ojalá y no se convierta en un “ fao aparao”
•Si van a prohibir los teteros, lo mejor es que no nos toquen las “tetas” (o “chupi chupis”) pues entretienen sin cinismo no sólo al niño sino al mismo adulto mayor
•Siempre es bueno aprovechar el tiempo y disfrutarlo también
•La sociedad de hoy en día carece tanto de hombres de fiar como de quitar prestado
•A la falta de preparación algunos le dan por llamarle mala suerte, y a la de estar preparado, la ven como una bendición. ¡Cuestión de opinión!
•“O estudio medicina o nada” le dijo la hija menor a uno de mis amigos. Al final, optó por la segunda carrera
•Si uno oyese los consejos que le da a los demás, y los usase en beneficio propio, estaría ayudando a propio(s) y extraños
•Contagiados por lo que vemos en Brasil con la Copa Confederaciones, no sería raro que aquí también comencemos a rodar bolas
•Cuando nuestros sueños los llenamos de maleza es fácil esconderlos detrás de ella
•Ya el gobierno y la oposición se entrevistaron con su Santidad. Buscando la igualdad, y para ver las cosas con divina imparcialidad, es posible que la Santa Sede pida que desde aquí, viajen también allá, esos que llaman ni ni
•Babe Ruth nunca le tuvo miedo al ponche crema. Fue el rey del ponche pero también lo fue del jonrón. No hacer nada por temor a equivocarnos (que es como decir “poncharnos”) pudiera ser nuestra peor equivocación
•Si usted es un buen entendedor siempre se beneficiará de aquellos que como yo tienen poco qué decir
•La vida me ha enseñado que debo evitar hacerlo todo por dinero porque el dinero nunca será capaz de hacerlo todo por mí
•“Hay sólo dos tragedias en la vida: una es no lograr lo que queremos, y la otra es lograrlo”. Oscar Wilde
•Le pregunté a un sobrino que me vino a visitar: “¿Desde cuándo no nos veíamos, sobrinos”? Su respuesta: “Desde la última vez, tío”. Y tenía razón el muchacho
•Como yo soy muy “cuentero”, aquí va el de esta semana. Transcurrieron 45 años hasta que no hace mucho, me dio por desandar mis pasos buscando momentos de mi niñez en una hacienda llamada Las Delicias que había sido de mi papa, ahora en manos de un tío (no mi papá sino la hacienda). Una vez al mes llegaba yo a buscar los 100 Bs que le mandaba él a mi mama por  favores recibidos. Léase -en buen criollo- los cinco niños que le había dejado como herencia. Salíamos a 20 Bs mensuales x cabeza. ¡Qué mantequilla! De ahí empecé yo a creer en milagros porque mi mama hacia “de tripas corazón” pa´ mantener tal muchachera y paliar la pelazón. Lo que deseo compartir con Uds. en este relato es, sin embargo, la experiencia que me dejó regresar a esa hacienda. Y darme cuenta que una pequeña colina puede parecer una enorme montaña ante los ojos de un niño. En mi niñez, en esa hacienda, había una gran rueda, toda de piedra, que funcionaba como un molino para triturar el café. Al regresar de visita, lo primero que hice fue pedirle a mi tío que me llevase a donde estaba la rueda que tantas veces me había servido para jugar al escondido. La rueda aún existía pero ya no me lucía tan  gigantesca. Lo que me dio pie para comentarle a mi tío: ”Caramba, tío, hay que ver lo mucho que se ha gastado la piedra. Han pasado tantos años…” Él se rio y me respondió: “La piedra sigue igual. Tú fuiste el que creciste y la pasaste a ella”. ¡El tiempo pasa y los recuerdos quedan!. Para que ustedes vean, tropezar con la misma piedra no es del todo mal.
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