Más allá de Tamaca, en la población Las Tunas, se encuentra ubicado el ambulatorio rural que lleva el mismo nombre de la comunidad, donde cuatro médicos y enfermeras atienden en promedio a 60 pacientes por día, entre fallas de insumos y carencias en la infraestructura, como las grietas en paredes y pisos.
El principal problema de Las Tunas es la vialidad, calles de tierra que se convierten en pantanos cuando cae una pequeña lluvia y en lagunas al recibir un aguacero. Esto dificulta el tránsito entre las calles y también el acceso al ambulatorio, porque incluso en plena calidez solar la entrada sigue empantanada, de manera que sus trabajadores y usuarios deben aprender a hacer saltos entre obstáculos para poder acceder a la institución de salud.
“Cuando llueve no podemos entrar o tenemos que buscar bloques para hacer el camino, adentro también colapsa el centro porque tenemos goteras en los techos, sumado al déficit de insumos y material médico quirúrgico”, explicó la estudiante de enfermería Yelitza Sira, quien dijo que durante tres días no pudieron abrir las puertas del ambulatorio por la presencia de animales muertos en la casa vecina, lo cual causó una contaminación ambiental importante.
Dentro del ambulatorio tienen consulta médica general, para niños sanos, inmunizaciones (vacunas), realización de citología, y elaboración del certificado de salud vial, como informaron sus trabajadores, todo de forma gratuita como establece la Constitución venezolana.
Las principales patologías atendidas son el asma, diarrea, hipertensión arterial, diabetes y asistencia en la planificación familiar.
Sin aseadora y con maleza
Informaron que no cuentan con aseadora, ni tampoco reciben apoyo para la limpieza de la maleza en los alrededores del ambulatorio, lo cual ha hecho que zancudos, mosquitos e incluso moscas proliferen en la zona, causando dificultades de salud a los niños que asisten a la escuela vecina y al resto de los habitantes de Las Tunas. Son los miembros del consejo comunal que acuden a limpiar el centro.
Cuentan con los clubes para diabéticos, hipertensos y embarazadas, a quienes les informan sobre su condición médica, les entregan sus medicamentos y hacen actividades recreativas y educativas cuando la disponibilidad y los recursos lo permiten.
En la zona también se encuentran los ambulatorios de Potrero y Cordero, sin embargo ninguno cuenta con ambulancia, de manera que en casos de emergencias los propios familiares o vecinos del paciente deben utilizar sus vehículos para el traslado hasta el Ambulatorio principal de Tamaca o al Hospital Central Universitario Antonio María Pineda.
Odalis Ángel, representante del consejo comunal Nueva Generación, pidió a las autoridades que presten atención a las necesidades de vialidad y servicios básicos de Las Tunas, porque el deterioro crece y ahora ni siquiera los rapiditos quieren llegar hasta la zona por el deterioro de las calles, mucho menos en época de lluvia.
