La policía turca usó chorros para dispersar a miles de manifestantes que se habían congregado el sábado en la Plaza Taksim en el centro de Estambul a fin de rendir homenaje a las cuatro personas que murieron en choques violentos durante las protestas contra el gobierno hace unas semanas.
La incursión policial, cuya intervención fue más moderada que en ocasiones anteriores, tuvo lugar en momentos en que parecía que las protestas comenzaban a aplacarse en días recientes y el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan declaraba que había conspiradores extranjeros detrás del movimiento contra el gobierno de su país y que también fomentan los disturbios ocurridos recientemente en Brasil.
Las protestas comenzaron en Turquía hace tres semanas después de que la policía antimotines reprimió con violencia una marcha pacífica de ambientalistas que se oponen a la remodelación del Parque Gezi, adyacente a la Plaza Taksim. Las manifestaciones pronto se convirtieron en expresiones de descontento contra lo que los críticos califican como el creciente autoritarismo de Erdogan y su estilo entrometido.
Empero, Erdogan, que ascendió al poder hace más de una década, niega que sea autoritario y como evidencia de su popularidad se refiere a las elecciones del 2011 que refrendaron a su partido en el poder con el 50% de los votos, y le dieron un tercer mandato al frente del gobierno.
Los manifestantes convergieron el sábado en Taksim, donde colocaron claveles en recuerdo de por lo menos tres manifestantes y un agente policial que murieron en las manifestaciones. Durante dos horas, los manifestantes gritaron lemas contra el gobierno y exigieron la renuncia de Erdogan antes de que la policía les advirtiera que dejaran la plaza.
Algunos manifestantes trataron de darles claveles a las fuerzas de seguridad que observaban frente a la plaza, mientras gritaban «Policía, no traiciones a tu gente». Pero después de que sus advertencias fueron ignoradas, los policías empujaron a los manifestantes con chorros de agua, inclusive persiguiendo a algunos de ellos por las calles laterales, y al parecer bloquearon las vías de acceso a la plaza.
Un periodista de Associated Press dijo que los policías dispararon gas lacrimógeno a un grupo de manifestantes en una calle detrás de Taksim, pero a diferencia de anteriores acciones de represión, se abstuvieron de usarlo en todo lugar.
Erdogan dijo en un discurso ante decenas de miles de sus simpatizantes en el pueblo de Samsum, a orillas del Mar Negro, que Brasil era objeto del mismo tipo de conspiradores que, según el primer ministro, tratan de desestabilizar a Turquía.
«El mismo juego se está desarrollando ahora en Brasil», destacó Erdogan. «Los símbolos son los mismos, Twitter, Facebook son los mismos, los medios internacionales, los mismos. Son dirigidos desde el mismo centro».
«Están haciendo su mejor esfuerzo para lograr en Brasil lo que no han podido lograr en Turquía. Es el mismo juego, la misma trampa, el mismo objetivo», agregó.
Fotos: Reuters
