Aunque las visitas a gobiernos de otros países son calificadas como pruebas de fuerza entre Nicolás Maduro y la oposición venezolana, el contacto de los factores políticos de una nación con otros gobiernos es una acción natural dentro de la dinámica política, sobre todo en estos tiempos de globalización y mayor interconexión mundial, considera el internacionalista Julio César Pineda.
El especialista expone que cuando en una democracia se producen reclamos en torno a los resultados de una elección, se lucha no sólo para resolver el problema inmediato sino para evitar que se presenten conflictos en futuros procesos electorales y pueda tenerse mayor vigilancia internacional en los mismos.
Debido a la importancia del plano internacional, Pineda considera lógico que Maduro visite países europeos como Portugal, Italia y el Vaticano, como parte de la búsqueda de mayor legitimidad y reconocimiento para su gobierno, así como es lógico que el excandidato presidencial Henrique Capriles Radonski, como líder alternativo de la oposición, busque reconocimiento en países latinoamericanos como Perú, Brasil y Chile, como objetivos de mayor importancia en estos momentos, dada su relevancia para Venezuela en materia geopolítica.
“Naturalmente, los gobiernos de otros países son cuidadosos frente a las acciones de otros gobiernos, especialmente con Venezuela por el peso del petróleo en la dinámica internacional, pero también es parte de esta dinámica el hecho de que Capriles pueda hablar con las cancillerías y, si se puede, con los presidentes de otras naciones”, dijo.
Sobre las reuniones de Maduro con el Papa Francisco y diputados de la oposición con el canciller del Vaticano, Dominique Mambreti, señaló como lógico que la oposición recorra los escenarios visitados por el Presidente de la República, y a pesar de que no se trate de una reunión formal, el hecho de que el Papa pueda saludar a los diputados opositores durante una audiencia es un acercamiento de gran relevancia, en atención al papel preponderante que juega la Iglesia católica en la vida de los venezolanos.
De igual forma, el Santo Padre cuenta con representantes en Venezuela, comenzando por el Nuncio Apostólico, para enterarse sobre todo lo que ocurre en el país en diversas materias.