En lo que va de año, el sector comercio no ha recibido los dólares solicitados para realizar sus transacciones comerciales, importaciones y compras necesarias para el surtido de mercancía en sus diferentes rubros.
Uno de los sectores más afectado ha sido el de los juguetes. Desde el mes de enero los comerciantes se han mantenido en la expectativa por conocer la fecha en la cual recibirán las divisas para concretar los pedidos que servirán para surtir los anaqueles de las jugueterías de cara a la temporada decembrina.
Alberto Gámez, presidente de Fedecámaras Lara, advirtió que los inventarios no alcanzarán para cubrir la demanda decembrina e incluso afirmó que muchas empresas sólo cuentan con existencias para un mes.
“En febrero y marzo se comienzan a hacer los pedidos para el mes de diciembre. Los comerciantes deben asegurar un surtido acorde a la temporada y por ello el afán porque sean adjudicadas las divisas en el menor tiempo posible. Desde el año pasado tenemos problemas con las divisas, lo cual se ha agravado este año porque desde enero no recibimos ni un solo dólar».
Explicó que eso impidió hacer los pedidos a los fabricantes para garantizar que llegaran al país con suficiente antelación, tomando en cuenta que las producción demora entre dos y tres meses, mientras el pedido tarda otros 45 días en llegar desde China, de donde viene casi 90% de los juguetes que se venden en Venezuela. «A eso debe sumarse el mes o más que tarda en salir la mercancía de puerto y el tiempo para la distribución».
Gámez añadió que como la liquidación de divisas se hace después de la importación, algunas empresas llevan más de 300 días a la espera del pago para cancelar a sus proveedores.
“Nuestra posición es que debemos reunirnos. Necesitamos que nos liberen los dólares. El Sicad murió al nacer: es un sistema que no funciona para poder continuar con el comercio local. Es necesaria una nueva estrategia para la entrega de divisas de manera más expedita y acorde con las necesidades de los comerciantes que se han visto tan afectados con este control cambiario”.
Destacó que con medidas tan ajustadas, el Gobierno pretende desaparecer a la empresa privada, sin tomar en cuenta que son la mayor empleadora del país, mientras que los dólares de las subastas son otorgados a empresas fantasmas que, hasta la fecha, son desconocidas.
Riesgo en jugueterías
Para el ingeniero Juan Francisco González, presidente de la Cámara Venezolana de Juguetes, Deportes y Recreación (Cavefaj), la situación es lamentable. El ramo no figura entre los denominados sectores estratégicos y han sido infructuosas las gestiones para incorporarlo en las mesas técnicas de los entes oficiales.
Sostiene que para las empresas del ramo parecían optimistas algunos anuncios ministeriales, si bien en varias áreas económicas hay discriminación al no ser consideradas ni convocadas en análisis de sus casos puntuales, mientras están en fechas topes para los procesos de producción y abastecimiento con miras a la temporada escolar y decembrina.
Los afiliados a la Cámara Venezolana de Juguetes, Deportes y Recreación, alertan que algunas empresas tienen inventarios para menos de un mes, incluyendo materias primas, lo cual, además de afectar la reposición, pone en peligro la supervivencia de pequeñas compañías productoras y comercializadoras, tanto de juguetes, como artículos escolares, deportivos, educativos, puericultura y celebraciones, entre otros.
Así mismo, González expresó que desde hace ya casi un año, han estado alertando sobre la difícil situación que se está generando por las grandes limitaciones y complicaciones que confrontan las empresas jugueteras para lograr las divisas necesarias.
Tanto empresas comercializadoras de productos terminados, como las industriales con necesidades de materias primas, se han encontrado en la situación de ir reduciendo sus inventarios a niveles ya alarmantes de desabastecimiento. De esta forma, los puntos de venta y las jugueterías disponen cada día de menos surtido de productos, ocasionando molestias constantes en los consumidores.
A ello se suman los compromisos en materia de responsabilidad social, establecidos por el sector con entes públicos y privados, en una programación aprobada hace varios meses y que no se ha podido cumplir a plenitud.
Mal sistema
“Es importante resaltar que ninguno de los dos sistemas diseñados para la asignación de divisas, Cadivi y Sicad, han sido de fácil acceso y cumplimiento para la mayoría de las empresas, por aspectos operativos y de dinámica en sectores como el nuestro. Al no disponer de créditos internacionales, con Cadivi es casi imposible trabajar, pues este sistema implica la liquidación de las divisas de manera posterior a la nacionalización de los productos, lo cual ocurre sin precisión alguna varios meses luego de haber realizado las compras. Los proveedores no están dispuestos a esperar por sus pagos”, destacó González.
“Con el Sicad se presenta la situación de que no todas las empresas disponen del consabido Rusad, sobre todo las más pequeñas, y las que lo tienen, igualmente se les hace muy difícil cumplir con las exigencias financieras que establece esta nueva alternativa, entre otras, porque la gran mayoría de los bancos nacionales están requiriendo otros requisitos para otorgar las cartas de crédito que exige este sistema”.
Contra la pared
El proceso regular de negocios en juguetes y otros productos afines requiere de una planificación de entre seis y ocho meses previos para atender las temporadas como Día del Niño y Navidad, y justo estamos al borde de ese lapso para poder cubrir las exigencias del mercado para la próxima temporada decembrina, indicó el ingeniero Juan Francisco González. Según las estimaciones sectoriales el rezago de liquidación de divisas para algunas empresas ha sido de más de un año y en promedio de 200 días aproximadamente, otras han sido excluidas del portal Cadivi por tecnicismos y otras deficiencias.
“Nos permitimos exhortar muy respetuosamente al Gobierno Nacional para que evalúen la situación planteada con nuestro sector y las alternativas para la obtención de las muy necesarias divisas, pues no sólo se estarían ya viendo afectadas las miles de familias que dependen de nuestras empresas y talleres artesanales asociados, sino que sentimos que debido a la imposibilidad de lograr los inventarios requeridos, no estamos pudiendo cumplir con nuestra responsabilidad de servir al derecho consagrado de nuestros niños y niñas, en relación al valor del juego y del juguete en su desarrollo, formación y sano crecimiento”, concluyó el presidente de Cavefaj.
