El día mundial de la Donación Voluntaria de Sangre es momento propicio para recordar la importancia de ofrecer este regalo de vida a otros, sin esperar nada a cambio, aspecto trascendental que se celebra cada 14 de junio.
La mayoría de las personas que acuden a los bancos de sangre lo hacen para reponer la que fue transfundida a un ser querido. A ellos se les llama donante de reposición.
Sin embargo, el objetivo de las campañas de donación es hacer que la población se haga donante voluntario altruista.
Jackson Escobar, hemoterapista del Banco de Sangre J.J. Boada, del hospital Central Universitario Antonio María Pineda, explicó que reciben en promedio 80 donantes al día, de lunes a viernes, en las mañanas.
Ahora bien, ¿quienes pueden donar? Escobar explicó que se exigen ciertas condiciones, a saber, mayores de 18 años, en las mujeres hasta los 55 años y en hombres hasta los 60.
Deben pesar más de 50 kilogramos, presentar su cédula de identidad laminada y en general gozar de buena salud.
“Previo a la donación se le realiza una entrevista clínica, para determinar si es donante de calidad o no”, aclaró Escobar.
Claro está, cada bolsa de sangre es evaluada en los laboratorios, donde le realizan la serología para siete enfermedades:
1) Hepatitis B
2) Hepatitis C
3) Mal de Chagas
4) VDRL
5) VIH
6) HTLD 1
7) HTLD 2
También se le realiza el grupo sanguíneo, para que la persona pueda conservarlo en caso de requerirlo.
Cuando alguna de estas pruebas es positiva se descarta o desecha la sangre, y se le informa al paciente que no puede volver a donar.
En este caso, el médico hematólogo se encarga de referir al paciente con el especialista que pueda atender su enfermedad y recibir la atención adecuada.
El hematólogo también decidirá si el paciente puede donar, en casos de hemoglobinas muy altas.
¿Tres vidas?
Se dice que una donación, o bolsa matriz, contentiva de 450 centímetros cúbicos de sangre, puede salvar hasta tres vidas.
¿Por qué? Porque se divide en cuatro componentes sanguíneos, los cuales son colocados a los pacientes según los requerimientos médicos.
Antes de donar
Se recomienda que la persona desayune ligero antes de acudir a donar sangre, no debe comer nada grasoso ni componentes lácteos.
“Después de la donación le damos una merienda, casi siempre una galleta y un jugo”, dijo Jackson Escobar.
Es falso que:
Uno de los principales mitos que persisten con relación al hecho de donar sangre es que el donante engorda.
“También se les explica que todo el material a utilizar es estéril, por lo cual es imposible que se le contagie o contamine de alguna enfermedad”, agregó el hemoterapista.
Explicó que el donante no tendrá ninguna reacción ni se va a marear.
Cuando se determine que es un donante apto, podrá donar cada tres meses.
“Los orientamos para que se hagan donantes voluntarios altruistas”, dijo Escobar.
Refirió que en el Banco de Sangre manejan una data de personas que pueden ser donantes, sobre todo del tipo de sangre O, porque es más difícil de encontrar.
Diabético o enfermedad del corazón
Mito: Si soy diabético o padezco enfermedades relacionadas con el corazón no puedo donar sangre.
Realidad: Los pacientes diabéticos que están controlados con insulina pueden donar sangre sin ningún problema, al igual que las personas con condiciones cardiacas asintomáticas, sin restricciones y que no tomen medicamentos.
Mito: Si tengo tatuajes o perforaciones no puedo donar sangre.
Realidad: Toda persona con tatuajes o perforaciones en el cuerpo puede donar sangre después de un año de habérselos hecho, ya que a partir del año y con los estudios que se le hace a la sangre donada se puede detectar cualquier condición que pueda tener el donante a raíz de algún tatuaje o perforación.
Mito: Para donar se tiene que estar en ayunas.
Realidad: El ayuno recomendado antes de donar es de 4 horas y sólo de comidas grasosas; tiempo que, si nos ponemos a pensar, es lo que transcurre normalmente entre comidas. De hecho es recomendable ingerir alimentos y bebidas ligeras, como fruta, galletas, café o jugo, antes de realizar la donación.
Mito: El proceso es doloroso.
Realidad: El umbral del dolor cambia en cada persona, pero la realidad es que el proceso no es doloroso. El proceso se realiza rápidamente y por medio de una pequeña aguja especial para la donación de sangre. De hecho, se están desarrollando agujas especiales para este proceso, pero con el fin de hacer menos dolorosa la inserción de la aguja.
Mito: Puedo contagiarme de alguna enfermedad (VIH) cuando realice mi donación.
Realidad: Totalmente falso. Para la realización del proceso, todo el equipo es nuevo, esterilizado y sólo se utiliza ésa vez. Las personas son de las más capacitadas. Creer que te puede contagiar de algo cuando donas sangre es el pretexto más grande.
Mito: No dono porque me da pena las preguntas que realizan.
Realidad: Es cierto que se realiza un cuestionario antes de la donación. Este cuestionario es obligatorio porque sirve para determinar la calidad de la sangre. Para esto, se realizan preguntas acerca de relaciones sexuales y el uso de drogas, pero en la entrevista únicamente están presentes el donador y el doctor, y existe un importante código ético y de privacidad en el encuentro. Así que todo lo dicho queda entre el doctor y tú, nadie sabrá nada acerca de tu intimidad.
Mito: Donar sangre engorda.
Realidad: Comer comidas grasosas y no realizar ejercicio son las causas de la obesidad. Es totalmente falso que donar sangre engorda, ni tampoco enflaca (bueno sería). Así que no trates de usar este mito como pretextos.
Regalo de vida
Este año, en el que se celebra el décimo aniversario del Día Mundial del Donante de Sangre, el lema de la campaña es que la donación de sangre es un regalo que salva vidas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) anima a todos los países a contar historias de personas que hayan salvado la vida gracias a la donación de sangre, con el fin de motivar a los donantes de sangre habituales a seguir donando y a las personas que gocen de buena salud y que nunca hayan donado sangre, en especial los jóvenes, a que empiecen a hacerlo.
Aunque no todas las personas están de acuerdo con las transfusiones sanguíneas, la mayoría está presta a recibirlas, pero esto sólo es posible si existen donantes voluntarios altruistas.