Dos jóvenes entraron a la Joyería Gladimar, ubicada en el centro comercial Barquicenter, preguntaron por un par de zarcillos para una niña recién nacida, la dueña de la tienda se acercó a la vidriera y le dijo que eran muy grandes, mientras transcurría la conversación, uno de ellos la encañonó con un arma de fuego plateada.
Le informó que se trataba de un robo. La empujaron, halaron el cabello, le rompieron la blusa pero mientras le hacían todo eso, un hombre conocido de la propietaria del local comercial, pasó y observó lo sucedido, por lo cual los maleantes se percataron y prefirieron huir del sitio.
Testigos del hecho, aseveraron que otros cuatros jóvenes estaban en la parte exterior del negocio esperando que le hicieran señas para introducirse. Sólo fue un susto pero que se pudo convertir en una tragedia para la comerciante, pues a pesar de la cantidad de vigilantes que hay en el centro comercial, lograron burlar la seguridad.