Cargados de historias y anécdotas se presentaron Mau de Ceballos y Segundo Ceballos al tradicional Desayuno Foro de EL IMPULSO.
Por primera vez, este espacio sirve de puente a una pareja que se ha distinguido en el quehacer cultural de la región por ser los fundadores del reconocido Festival Internacional de la Oralidad, actividad que cada año convierte a Barquisimeto en epicentro de la fiesta de la narración oral más importante del país y que actualmente arriba a su edición número 20.
La prodigiosa travesía cultural de los Ceballos tiene su origen en la época del bachillerato, también producto de esa herencia familiar que se va transmitiendo generación tras generación, tal y como nos dijo Mau, la madre de la criatura.
Estos barquisimetanos llevan en su ADN ese amor por la palabra, la historia, la literatura y en general, las artes escénicas.
El par de narradores se formó en instituciones de corte religiosa. Mau en el Colegio Inmaculada Concepción y Ceballos en el Colegio Javier cuando era dirigido por los Jesuitas.
Segundo Ceballos, hijo de Antonio Ceballos y Magda Garzón de Ceballos, se inclinó por la Medicina, al igual que su padre. Su madre es profesora jubilada. Aseguró que desde muy pequeño lo adoctrinaron en el mejor de los sentidos.
“Recuerdo que a los cuatro años me repetían y me repetían que yo iba ser médico pediatra como mi papá y tanto me lo dijeron que así fue”, dijo entre risas.
Estudió Medicina en la Escuela José María Vargas de la Universidad Central de Venezuela y realizó dos postgrados, uno en Pediatría y otro sobre Cuidados Intensivos Pediátricos en el Hospital de Niños J.M. de los Ríos en Caracas.
Posteriormente, cursó una Maestría en Historia gracias a un convenio UCLA-UPEL bajo la tutela del profesor Reinaldo Rojas.
El doctor es el primero de tres hermanos varones.
Por su parte, Mau de Ceballos, la quinta de siete hermanos, es hija de Isaac Ramos Octavio, docente, y Elba Seijas de Ramos, ama de casa. Estudió Mercadeo en Caracas y luego Comunicación Social en la Universidad Cecilio Acosta.
Por su parte, Mau de Ceballos cuenta con un Diplomado por las Naciones Unidas sobre Responsabilidad Social Empresarial, avalado por el Pedagógico.
“Yo iba a estudiar Sociología y mi papá no me dejó porque me tenía que ir para Caracas y era la niña consentida de la casa, Segundo estudiaba allá y era un peligro… (risas). Entré al Pedagógico sin ánimos y me valí de una huelga que hubo para salirme”.
Al tiempo, terminó igualmente casada con el estudiante del tercer año de Medicina y viviendo en Caracas.
Las dos versiones
La pareja comenzó amores a los 15 años y cada uno tiene su historia. A los 20 años se casaron.
“Hay dos versiones en relación a cómo nos conocimos, la mía y la de Mau”, aclaró jocosamente el pediatra y extitular de la Dirección de Salud en Lara.
Es preciso ubicarse en el Barquisimeto de la época, dijo Mau, además, eramos la niñitas del Inmaculada Concepción.
Los muchachos por un lado y las muchachas por otro. Sólo coincidían en los desfiles de las bandas de los colegios y en las comparsas de carnaval.
“Yo lo vi a él, pero él a mí ni me miró. Recuerdo que era muy presumido. Me sacó a bailar en una reunión y me decía que había viajado a Europa; eso fue un diciembre”, rememoró Mau.
En febrero, añadió Ceballos, nos vuelven a presentar y me enamoré. “En ese momento pensé, yo me voy a casar con esta muchacha y voy a tener dos varones y una hembra y así fue”.
El regreso
Al volver a Barquisimeto, en 1982, luego de todos los estudios del doctor Ceballos en la capital, el matrimonio valora el trabajo cultural del Colegio de Médicos.
“Decidimos crear un espacio fijo que en principio fue los miércoles y luego paso a ser los Lunes Culturales. Esto nos permitió un contacto con diversos grupos y personas”.
Ya existía un antecedente, el cual se ubica en los periódicos de los colegios, donde figuraban espacios dedicados al movimiento cultural y en los que participaban constantemente los entrevistados, quienes fueron muy allegados a Aquiles Nazoa, así como a los cuenta cuentos de Los Caobos y al grupo La vaca azul.
Luego por iniciativa de Graciela Anzola, se imparte un taller de narración oral en el Colegio de Médicos, en el cual participaron Anzola, Edgar Benítez, Jorge Arellano, Magda Sánchez y los Ceballos.
Más tarde, los invitan a México a contar, donde figuraron por su irreverencia. “Al regresar, nos comprometimos con hacer el Iberoamericano de Narración Oral en Barquisimeto apoyado por la UCLA”. Colmaron la región de cuentos en el año 91 y ya estaban constituidos como Unión de Narradores Orales y Escénicos de Venezuela. España recibió a los barquisimetanos en otro encuentro de narradores. De allí se trajeron la idea de hacer el Festival Internacional de la Oralidad en Barquisimeto, hace ya veinte años.
La literatura es la mayor fuente de inspiración de la Unoes y por ende del Festival, así como los cuentos de la tradición que pasan de boca en boca.
Desde el primer encuentro (que se hizo en el Juares) el apoyo ha sido solidario. Siempre, a pesar de la dificultad económica, recuerda Mau, salimos airosos. El público ha sido único y le debemos mucho. Barquisimeto protege al Festival”.