Socialismo cibernético
¡Al fin! Le ganamos una a los cubanos, mientras ellos acuden a los abastos a comprar víveres con una libreta, raída, vieja y sucia por el uso, nosotros vamos a ir al supermercado o a la bodega con una tarjeta electrónica a adquirir nuestra comida. Veamos el proceso: usted llegará frente a la caja registradora, mostrará su cédula, la cajera buscará en la computadora si usted adquirió esos productos el día anterior o ese mismo día, en otro negocio. Acto seguido, procederá a pagar y quedará registrada su compra, usted se despide hasta la próxima semana, cuando se repetirá el procedimiento. La verdad que nuestros gobernantes abusan de nuestra inteligencia, el gobernador Cárdenas ha dicho que la tarjeta no es de racionamiento, que es para evitar el contrabando. ¿Quién es el culpable del contrabando? Precisamente no somos los consumidores. Un gandola cargada de productos no cruza la frontera sin ser vista, ¡alguien tiene que ser cómplice! ¿Adivinen quienes? El Presidente declaró que la escasez es culpa del consumismo, creo que lo oyeron mal, el quizás quiso decir que era culpa del comunismo. En otras declaraciones manifestó que la aplicación de la tarjeta electrónica no combatía el contrabando y su instrumentación era una locura, y quien la aplique es un loco. Eso me recuerda un silogismo que aprendí en cuarto año de bachillerato “Los locos hacen locuras”; “la tarjeta es una locura; por lo tanto, quien la pensó aplicar es un loco”. Otra perla que soltó el presidente fue, que el contrabando se combate con producción, una declaración que pudo fundirle las neuronas porque es propia de un ser que tenga un cociente intelectual de más de 200. Señores, sin ser un técnico, eso lo vienen diciendo desde hace años los involucrados en la actividad agrícola, industrial y comercial.
Arias Cárdenas es fiel a su pensamiento castro comunista. El racionamiento es un principio básico del socialismo anacrónico de la Europa del siglo ante pasado, donde los gobiernos comunistas, tenían como principio hacer depender al pueblo del Estado, sólo que ese socialismo era anacrónico y desfasado, mientras Cárdenas quiere un socialismo cibernético- quiere partidarios que tengan computadoras, relojes automáticos, camionetas último modelo, grandes mansiones…, es decir, un socialismo moderno.
Marcelo Piña
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¡Al estilo cubano!
Hace 15 años, durante la campaña electoral de Hugo Chávez (QEPD), alerté a los venezolanos sobre la implantación de un sistema basado en el castro comunismo que se aplica en Cuba desde 1959. Lamentablemente, la mayoría no creyó en lo que allí anunciaba y dieron su voto al ya fallecido Presidente, quien inmediatamente comenzó a aplicar varias medidas que nos han llevado a la actual situación de crisis. Ahora, para tratar de ocultar estos grandes errores, anuncian la implantación de una tarjeta de racionamiento, la cual servirá solo para controlar los consumos del pueblo, pero a los grandes enchufados de este régimen les permitirán hacer todas las compras que quieran, por lo tanto esto no tendrá éxito. El contrabando continuará a todo lo largo y ancho de Venezuela. Cabe destacar, que al momento de redactar este escrito, (lunes 10 de junio) el presidente Nicolás Maduro había anunciado que la tarjeta de racionamiento no sería aplicada, contradiciendo lo anunciado por Francisco Arias Cárdenas, lo cual da la impresión de ser una estrategia político-partidista, tomando en cuenta que la situación interna en el Psuv es muy delicada después de la muerte de su máximo líder.
Neptalí Paredes
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Un país racionado
Vivimos en un país racionado. No hay un sólo artículo que se escape del racionamiento al que hemos sido sometidos los venezolanos por causa de un subgobierno incapaz de encontrar la formula ideal para estimular la abundancia de bienes y servicios, y esto no se justifica en un país acostumbrado a ir a las bodegas ó supermercados y encontrar gran abundancia y variedad de enseres y productos. El momento que estamos viviendo es inédito, nunca antes habíamos tenido una crisis de tal magnitud, por tanto este momento que estamos viviendo es propicio para una gran reflexión: los venezolanos no merecemos pasar por tanta humillación para comprar alimentos, tampoco merecemos que se sospeche de nosotros y se nos llame acaparadores, este gobierno tiene la mala maña de huir hacia delante cada vez que enfrenta un problema, es decir, en vez de reconocer su fracaso con humildad y buscar el concurso de todos para encontrar la solución, se sale del paquete echándole la culpa a los demás, ¡qué gobierno tan irresponsable tenemos!
En la cuarta República, había problemas de corrupción y de mal manejo del poder, y en su momento lo criticamos, pero nunca hubo una escasez tan grande de valores, de alimentos, de enseres y de servicios, en ese momento avanzábamos como país hacia el desarrollo, los gobiernos de esa época no tenían complejos en soñar con medirse con los países desarrollados, y cuando uno iba a los abastos y supermercados hallaba los anaqueles repletos de productos. No teníamos problemas para encontrar los repuestos para los vehículos, había materiales para la construcción, había dólares para los viajeros, para importar las medicinas y los alimentos, resulta que desde que llegó la revolución al poder, en lugar de evolucionar, hemos involucionado. Por eso, no me parece justo que los venezolanos sigamos padeciendo las consecuencias de una pésima administración que se mantiene en pie sólo por el respaldo de una población que sigue creyendo en ellos, a pesar de todo lo que estamos padeciendo.
Soy un optimista por vocación y creo en el bien a pesar de mal aparente, y del velo que opaca la visión de muchos en este momento, que no les permite comprender el gran dilema del país rico que somos gobernados por gente con ideas pobres. Tienen que venir tiempos brillantes para nuestro país, en donde tengamos una mejor calidad de vida, en donde la tierra en que nacimos se convierta en un lugar seguro para vivir y soñar y en donde haya abundancia de ideas, de empresas, de enseres, de servicios y productos.
Alirio José Palencia
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Racionamiento de pensamiento
Lo mejor de dicha tarjeta de racionamiento, es que nos raciona el pensamiento crítico. Para muestra unos 40 años en Cuba.
José Díaz
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La solución es política
Aunque el presidente impuesto por el CNE tildó de loco a su camarada gobernador del Zulia y, con ello, echar para atrás semejante medida, no indica otra cosa que se les está escapando de las manos todo este caos heredado del venerado líder, presuntamente impartiendo todavía órdenes desde el museo de la montaña y, como no tienen la capacidad de resolverlo, recurren a cualquier locura que se les ocurra. Pero no deja de ser preocupante cómo resolver este problema del desabastecimiento.
Mientras no se resuelva la crisis política, no tendremos solución a ninguna de las calamidades que nos aquejan, sencillamente porque se continúa en la vía de implantar un sistema comprobadamente fracasado, tanto en el orden político como en el económico, que están profundamente ligados. Otra cosa sería, si con toda la valentía se declararan incapacitados, desistan en su afán de mantenerse en el poder a costa de la destrucción del país, y convoquen a los mejores en búsqueda de la solución de tantos males. ¡Esto es pedir peras al olmo!
René Roberti
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Mayor producción es la respuesta
¿Un racionamiento es la solución? Por favor, lo mejor sería mayor producción. No somos cubanos. ¿Sería la misma cantidad de productos para una familia de 7 u 8 personas que para otra de 3 personas o 4? Gobierno: ¡a producir!
Abraham Josue Moreno
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Primer paso a la dictadura
Sinceramente, con esta tarjeta, es dar paso a la dictadura y ser como Cuba. Como venezolanos, debemos defender nuestros derechos. Y, además, si se nos acaba un paquete de harina, no podremos comer por 7 días, ¡lo veo algo ilógico! ¿Por qué no se lo hacen a ellos? Porque es lo chiquito para el pueblo, ¡y los grande para el gobierno!
Anderson Santeliz
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Más producción
Respecto a la tristemente celebre “tarjeta de racionamiento”, creo que pronto estaremos pasando por una situación peor a la que pasó o sigue pasando el hermano pueblo de Cuba, o mejor dicho, ya está en vigencia en Venezuela, porque con el desabastecimiento, la escasez, la especulación , la inflación, la devaluación y las pésimas políticas económicas implementadas durante catorce años, nos ha llevado a una falta de producción interna en rubros agrícolas, los cuales se producían en tierras venezolanas y con excelente calidad. Un ejemplo de esto es la leche de vaca, carne de res, pollos beneficiados, maíz blanco, maíz amarillo, caraotas… Ciertamente, esta producción interna no era suficiente para auto abastecernos, pero íbamos por buen camino en ese sentido. Hemos vuelto a la lamentable y vergonzosa economía de puertos, y andamos mendigando por varios países de América Latina para que nos envíen productos de la dieta básica al pueblo venezolano. Este gobierno debe reconocer que la única forma de salir de esta tragedia es «sembrando el petróleo», es decir, reactivando el aparato productivo nacional y planificar la producción. La población va aumentando y, cada vez, somos más los que requerimos de alimentos de buena calidad. Este país cuenta con el recurso humano necesario para generar una verdadera y real soberanía alimentaria, ¡solo falta que el gobierno cambie el rumbo!
Carlos Figueredo
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Mueren las libertades
Es importante los momentos que estamos viviendo los venezolanos, poco a poco nuestras libertad se nos están muriendo. Ahora le toca al consumo, ya no podemos elegir qué productos alimenticios vamos a consumir debemos acatar lo que nos impongan, de verdad estoy impresionado de ver cómo los ciudadanos estamos tan cómodos, todo es un militarismo. Por ejemplo, el día jueves 13 de junio de 2013, un supermercado (que no revelo su nombre) en Maracaibo, tenía 7 militares controlando la venta de alimentos, ¿qué controlaban? No lo sé, pero con solo ver a los uniformados, el consumidor siente temor. ¡Hacia allá vamos!
Samuel Ceballos
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Próximo Tema:
¿Funcionará Transbarca para este año?
En su visita a la entidad larense, el presidente Nicolás Maduro indicó que el sistema de transporte Transbarca, estaría operativo antes de finalizar el 2013. Es por ello que deseamos preguntar, ¿se logrará este objetivo? ¿Después de tantos representantes a la cabeza de este sistema lograrán echar a andar el sistema? ¿Cumplirá el presidente con su anuncio?
Envíenos su respuesta a [email protected], antes del viernes 21 de junio, y será publicado el lunes siguiente, en la página dos del cuerpo A, en la Página de los Lectores
