Lo ordinario, común y corriente esconde su propia belleza. Así lo plantea la colectiva fotográfica Lo extraordinario de lo ordinario, muestra que mediante imágenes del día a día, invita a descubrir la grandeza de la cotidianidad.
La Asociación Civil Comunicación y Cultura (CyC), en alianza con la Fundación Juan Carmona de EL IMPULSO, nos revela que en los más pequeños detalles podemos toparnos con la inmensidad del hombre, con su vulnerabilidad, anhelos y lamentos.
Argenis Bellizzio, Jean Herrera, Maryori Cabrita, Trevor Cornilliac, Aarón Sosa y Meridith Kohuth concibieron fotografías a color, en blanco y negro, de diferentes formatos, las cuales hablan de fabulosos juegos de luces y sombras, así como de contrastes, matices y escalas de grises. Incluso, de los colores de la vida. Reposa en esta imágenes el paso del tiempo, el angustioso ritmo del día a día, la expectativa, la esperanza, el miedo, la alegría.
Emociones y elementos que se cruzan con el mensaje de San Josemaría Escrivá de Balaguer, quien escribió que «nuestra sabiduría y nuestra fuerza están precisamente en tener la convicción de nuestra pequeñez, de nuestra nada delante de los ojos de Dios».
Y es que el santo español, beatificado por Juan Pablo II el 17 de mayo de 1992 y canonizado el 6 de octubre de 2002, inspiró esta exposición que permanece abierta en la Sala de Exposición de EL IMPULSO desde el pasado 5 de junio, fecha en la cual se inauguró.
CyC y la Fundación Juan Carmona le brindan una oportunidad a la estética de la fotografía, a su lado artístico e incluso poético. Lo ordinario se vuelve extraordinario porque sin ser un objeto de consumo, comercial, explicito o sugerente; atrapa, conmueve y sobre todo, invita a reflexionar sobre un hecho que todos tenemos en común, la cotidianidad. De eso se trata la colectiva.
¿Qué sería de un cuadro, si no tuviera sombras? No habría cuadro sólo con luces: necesita luces y sombras. En la vida nuestra hace falta que haya alegrías y dolor, y ciertos amagos de tristeza, de penas y de preocupaciones; pero preocupaciones que se conviertan en ocupaciones, porque se abandona uno en las manos de Dios… publicó Escrivá de Balaguer. De eso se trata Lo extraordinario de lo ordinario, muestra que «busca generar en el visitante una experiencia de lo místico a través de lo cotidiano, de lo divino en lo humano de todos los días, de lo sobrenatural en lo más natural. El camino para lograr esa experiencia es el de la fotografía. Con ella se invita al espectador a descubrir lo trascendental en lo ordinario, pero también lo invitaremos a convertir su mirada en contemplación, en visión aguzada».
Los curadores, Kelly Martínez y José Luis Omaña, escribieron que el título de la muestra busca hacer evidente una relación que, como afirmaba el sacerdote y pensador Josemaría Escrivá de Balaguer, se basa la identidad conceptual de esta muestra, la cual puede llegar a santificar aquello que quiere ser visto con el ojo del alma.
“Hemos querido hacer de esta exposición un espacio para que la imagen se muestre en su acontecer, como un destello de luz, como un instante afortunado del diafragma en el que convergen, por azar concurrente, lo extraordinario y lo ordinario».
María Gabriella Nicolicchia, de Comunicación y Cultura (CyC), nos dijo durante la inauguración de la exposición que las fotografías han recorrido el oriente y occidente del país y su propósito es que la gente aprenda a mirar la cotidianidad, la realidad que nos rodea, a través de los mensajes del santo español, frases que sirvieron de inspiración.
Se destaca que el ente promotor en Barquisimeto es el Centro Cultural Rosaleda, ubicado en la urbanización Santa Elena.
