“Yo quiero más seguidores” ha sido la aseveración que he escuchado con mayor frecuencia desde que incursioné en el mundo del Twitter.
Para nadie es un secreto el impacto que tiene esta herramienta de comunicación social hoy en día, en nuestro país se acrecienta ese impacto por ser una de las regiones que más utiliza esta aplicación a nivel mundial. Alrededor de quinientas millones de personas hacen uso de este medio en el mundo, según cifras del grupo de análisis parisino Semiocast.
De esa cantidad más de seis millones serían venezolanos. Según Twven, grupo de estudio de Venezuela, el fallecido Hugo Chávez estaría en primer lugar en nuestra tierra, pero con una merma considerable por encontrarse inactiva esta cuenta por razones obvias. Al fallecido presidente le siguen Ricardo Montaner y Henrique Capriles en pleno ascenso, todos estos rondando los cuatro millones de seguidores, en cuarto lugar se encuentra Globovisión con cerca de tres millones.
En Lara se encuentra en primer lugar la cuenta del gobernador Henri Falcón con poco más de cuatrocientos mil seguidores, escoltado por El Impulso @elimpulsocom y quien les escribe @EmigdioCA entre algunos otros. La inmediatez en la información es el fuerte de las redes sociales, cuando algo acontece, se sabe primero por estas herramientas. Esto se ve potenciado por el hecho de que los medios de comunicación tradicionales, televisión y radio, se encuentran muy amenazados con la llamada ley resorte.
Es por eso que contar con un buen número de seguidores es tan importante en nuestro país. Acontecimientos políticos, sociales o deportivos es posible conocerlos y hasta cubrirlos de primera mano con unos cuantos seguidores. En los recientes hechos post electorales 15 y 16 de abril, gracias a Twitter y a Facebook se pudo observar la magnitud de los abusos cometidos por los cuerpos de seguridad contra jóvenes que solo exigían pacíficamente el derecho a que se recontaran sus votos.
Para ganar seguidores lo primero que debemos tener en cuenta es si realmente queremos seguir y leer a muchas personas, para un ciudadano común y corriente es mucho más complejo ganar adeptos. La manera expedita es seguir a quien te sigue, pero eso requiere de un ejercicio de tolerancia y respeto ante las opiniones adversas. Lamentablemente hemos visto muchas personas que discuten feo por política, hecho que degrada la comunicación por esta y por cualquier vía.
Se debe hacer de este medio un mejor lugar para comunicarnos con respeto y consideración a nuestros semejantes. Cuando seguimos a muchas personas, seguramente vamos a leer muchas opiniones, hay que respetarlas. En próximas entregas les estaré comentando sobre los hashtags o etiquetas electrónicas, muy de moda en estos días en nuestro país. Por ahora sigan a quien les sigue y que por lo menos comparta sus mismos intereses.