El Día de San Antonio de Padua comenzó bien temprano con un recorrido por distintas iglesias de la ciudad.
El itinerario nos condujo en principio a la Catedral de Barquisimeto, donde la Gobernación del estado Lara, a través del Consejo Autónomo de Cultura (Concultura), efectuó los actos religiosos en conmemoración al santo de los pobres.
El templo se colmó de fieles y de distintas agrupaciones folclóricas, las cuales se dieron cita para honrar al beato paduano.
Jóvenes de la Asociación Larense para el Síndrome de Down (Alasid) protagonizaron La Batalla a la salida del santo de la iglesia.
Aplausos, oraciones y plegarias al compás del tamunangue caracterizaron la manifestación popular y religiosa de la Catedral, hecho que se repitió en las otras capillas visitadas.
El clima que acompañó la celebración se tornó lluvioso por instantes, luego el sol salió para apartar el mal tiempo que advertía a la festividad y el caminar de los devotos del doctor de la iglesia.
El pueblo se reencontró
El santo los convocó a todos, quizás en diferentes iglesias y variados puntos del casco histórico, pero bajo la misma premisa, adorar, adorar y adorar a mi padre San Antonio, como reza uno de los habituales cantos de la ceremonia.
La bendición y entrega de pancitos fue otra de las acciones que se reprodujo en la Casa de Dios y a lo largo de las caminatas. La entrega del pan en señal de agradecimiento por alguna promesa cumplida fue también motivo de encuentro y reconciliación. Y es que precisamente el pueblo rogó por la unión de todos los venezolanos.
La travesía prosiguió hasta la plaza Lara, donde otro grupo de cultores bailaba y cantaba para el fraile franciscano. La homilía que antecedió este acto tuvo lugar en el Ateneo de Barquisimeto más temprano.
La siguiente parada fue en La Concepción, iglesia que también abrigó a una importante cantidad de feligreses.
Allí los actos centrales fueron auspiciados por la Alcaldía de Iribarren a través del Instituto Municipal de Cultura y Arte (IMCA), donde el día 12 se realizó el acostumbrado velorio a San Antonio con el grupo Maguey de Curarigüa, cultores que desde hace 27 años tienen por costumbre acompañar la tradición.
Las ofrendas religiosas y expresiones de fervor tuvieron otro punto de encuentro, la iglesia San José y Plaza de la Justicia. En estos lugares la Asociación de Folcloristas del estado Lara (Asofolkla) emprendió la misa y el ritual dancístico respectivamente.
Es de mencionar que Asofolkla tiene 33 años honrando al santo de los objetos perdidos. Por 15 años lo hizo en los espacios del Museo de Barquisimeto y desde hace 18 años se encuentran en la Plaza de la Justicia, donde ocho cuerpos de baile protagonizaron los sones del tamunangue.
El día anterior esta organización elevó Salves, Tonos y décimas como parte de la programación.
Más de 30 agrupaciones, bailadores y músicos reunió la actividad.
También en las escuelas
En los planteles educativos también se realizaron actos conmemorativos en honor al patrono de los larenses. En la Unidad Educativa Rafael Monasterios los alumnos de educación primaria llevaron a cabo una misa en la capilla Nuestra Señora de Guadalupe y el habitual tamunangue.