La reacción de Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral, en defensa de la transparencia de las elecciones presidenciales del 14 de abril -tal como lo hizo este martes en cadena nacional- era esperada por la oposición, desde que la directiva del árbitro electoral rechazara auditar el proceso de la forma en que fue solicitado por el excandidato opositor, Henrique Capriles Radonski.
El politólogo Fabián Fawcett, indicó que en nada sorprenden los resultados de una auditoría que sólo consideró la revisión de las actas de votación y los comprobantes emitidos por las máquinas el día de la votación, sin considerar los cuadernos electorales, a través de los cuales se esperaba comprobar la asistencia física de los electores a los centros de votación.
Recordó que las denuncias de la Mesa de la Unidad Democrática consistían en presuntos abusos cometidos en los centros de votación, y la posibilidad de que algunas cifras de centros fueran abultadas para lograr que el presidente Nicolás Maduro obtuviera la victoria, con escasos doscientos mil votos de diferencia con respecto a Capriles.
Ante la previsión de la decisión tomada por el Poder Electoral, la MUD decidió presentar ante el Tribunal Supremo de Justicia una demanda por la no presentación de oportuna de respuesta a las solicitudes, en atención a que esta acción “vulnera los intereses colectivos” de quienes sufragaron por el candidato de la oposición.
La principal crítica a la actuación del CNE se centra en la ejecución de la auditoría en términos y formas que no estaban cónsonos con la petición de la oposición.
Al ser consultado sobre la desconfianza que puede generar en el electorado las críticas a la pasada elección presidencial, de cara a los comicios del 8 de diciembre, Fawcett considera que la MUD debe cumplir con la misión de aclarar que el fraude en las elecciones no fue generalizado, debido a que las irregularidades detectadas se produjeron en zonas específicas del país, donde se observaron conductas y acciones que afectaron la transparencia de la elección.
“Ahora, con las elecciones municipales se presentan 335 realidades distintas, con candidatos que se medirán en distintos puntos del país, por lo cual no se puede tomar la decisión de abstenerse del todo por una situación fraudulenta que sólo se observó en algunas zonas del país para permitir que Maduro tuviese la victoria”, dijo.
Explicó que en lo particular las próximas elecciones de alcaldes y concejales son importantes para la oposición, debido a que se tiene la posibilidad de lograr el triunfo en 17 de las 23 capitales estadales del país, si se logra la misma votación del pasado 14 de abril.
Al considerar la población electoral y los ingresos que esas importantes ciudades reciben, concluye que apenas este resultado puede equipararse a que la oposición domine en doce estados del país, en relación con los comicios regional de diciembre de 2012.