El cierre fulminante de la radiotelevisión pública griega por orden del gobierno conmocionaba este miércoles a los griegos y podría provocar una crisis política, mientras los sindicatos llamaron a una huelga general el jueves.
Al día siguiente de ordenar el cierre inmediato de ERT, que se hizo efectivo al concluir las emisiones, el gobierno presentó este miércoles un proyecto de ley para reestructurar el sector audiovisual público.
Con él pretende evitar una crisis que ponga en peligro la coalición de partidos que forman el ejecutivo desde hace casi un año, compuesta por los conservadores del primer ministro, Antonis Samaras, los socialistas del Pasok y Dimar, de izquierda moderada.
La decisión del gobierno coincide con una visita a Atentas de la troika de acreedores internacionales que vigilan las cuentas de Grecia.
ERT es tan criticada por sus privilegios, clientelismo y mala gestión como respetada en el ámbito cultural por su buen trabajo, sobre todo en lo que respecta a los documentales. Desde que empezó la crisis de la deuda, en 2010, los trabajadores de la radiotelevisión pública han visto sus salarios recortados en un 45%, según los sindicatos.
«La ERT de los privilegios se ha derrumbado (…) no cerramos la televisión pública; se va a crear en breve una nueva televisión», declaró Samaras en una conferencia este miércoles por la tarde.
El fin de las emisiones de ERT, que se produjo el martes poco después de las 20H00 GMT mientras una multitud se congregaba ante su sede, ha sido posible gracias a un decreto adoptado sólo por los ministros conservadores de la coalición. Pasok y Dimar se oponían a su cierre y han pedido una reunión tripartita y la reapertura de la televisión, a lo que Samaras no ha respondido.
El líder socialista, Evangelos Vénizelos, declaró que hay «un ambiente de crisis política» en el gobierno y llamó al primer ministro a «salvaguardar la unidad y el futuro del gobierno».
Los sindicatos del sector privado, GSEE, y público, Adedy, convocaron una huelga general de 24 horas para el jueves y una manifestación ante la sede de la ERT en Atenas para protestar contra su cierre.
Grecia se ha comprometido ante sus acreedores, la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, a despedir a miles de funcionarios antes de fines de 2014, de los cuales 2.000 a fines de junio de 2013, para reducir gastos.
La Comisión Europea «tomó nota» del cierre fulminante de la ERT y saludó la iniciativa del gobierno de presentar un proyecto de ley que reorganiza el servicio audiovisual público, pero insistió en la función indispensable de un servicio audiovisual público en una democracia.
Los ministros de Asuntos exteriores español y francés, José Manuel García-Margallo y Laurent Fabius, lamentaron el cierre ERT: «Elevar la austeridad a dogma ideológico lleva a consecuencias de este tipo», advirtió el español.
Foto: Archivo