Para muchos, esta afirmación pareciera absurda pero luego de pensarlo un rato se darán cuanta que no es tan así. Para aquellas personas que como yo, tratan de comprender como se hicieron las cosas en aquellos tiempos con el conocimiento y las herramientas de que disponían, la conclusión es sin duda que si no eran más inteligentes, por lo menos eran más hábiles que el hombre actual.
Según un estudio europeo realizado por investigadores belgas, holandeses, suecos e irlandeses, nuestros antepasados de la época victoriana eran más inteligentes que nosotros. Concretamente, el trabajo, publicado en la revista especializada Intelligence, demuestra que el tiempo de reacción de los seres humanos se ha visto relentecido desde 1889 hasta ahora en occidente, y que esto estaría relacionado con un descenso del cociente intelectual, que habría disminuido 14 puntos, es decir, 1,23 puntos por década. Esto supone un descenso de la inteligencia, la productividad y la creatividad en nuestros días. Y contradice al llamado efecto Flynn, según el cual el cociente intelectual de la población ha tendido a aumentar cada año desde la Segunda Guerra Mundial.
Michael Woodley, investigador de la Universidad de Umea (Suecia) y coautor del trabajo, lo atribuye a un retroceso en el proceso de selección natural que achaca a que las personas más inteligentes tienen menos hijos ahora que en décadas anteriores, mientras que las personas con genes menos favorables tienen más descendencia.
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