No solo se debe seguir una buena alimentación durante la lactancia que aportará todos los nutrientes necesarios, también es muy importante la ingesta de líquidos, sobre todo agua que ayudarán a una buena producción de leche y a reponer los líquidos que se pierden.
Es importante beber mucha agua, la leche contiene alrededor de un 85%, pero también se pueden tomar zumos de frutas y vegetales. Por supuesto están totalmente desaconsejadas las bebidas excitantes y que contengan alcohol, pues también pasan a formar parte de la leche.
Hay algunos alimentos que pueden dar a la leche un sabor demasiado fuerte e incluso desagradable por lo que es conveniente evitarlos, algunos de estos alimentos son: ajos, cebollas, coliflor, rábanos, especias, embutidos, etc.
Si la madre es fumadora eso puede influir en la producción de leche y también la nicotina puede pasar a nuestro hijo a través de la leche.
Mientras dure el periodo de lactancia es conveniente evitar tomar bebidas gaseosas pues solo nos aportan calorías y ningún beneficio para el organismo.
Entre los riesgos que acarrea la toma excesiva bebidas con cafeína durante el embarazo se encuentra el riesgo de parto prematuro y un peso menor del bebé. Se ha de tener mucho cuidado también con los medicamentos, tengamos muy claro que cualquier cosa que la madre tome pasará al bebé a través de la leche. En este sentido siempre se deberá consultar con el especialista.
Mucha gente piensa que el calostro no alimenta suficientemente a los bebés. Que hay muy poco y que es mejor dar suero o biberones a los bebés recién nacidos. Pero esto es un error grave.
Ningún líquido que ingiera tu bebé durante los primeros días, será mejor que tu calostro. Ninguno.
A medida que pasan los días, el calostro se va transformando en la leche de transición, donde la concentración de anticuerpos disminuye (aunque el bebé continúa recibiendo una dosis importante de anticuerpos cuando mama) y a las tres semanas del nacimiento aproximadamente, se transforma en leche madura que es el alimento equilibrado y completo que da al bebé todos los nutrientes que necesita para desarrollarse satisfactoriamente.