Los enfrentamientos entre la policía turca y los manifestantes expulsados de la plaza Taksim de Estambul proseguían en la noche del martes, constató la AFP.
Tras recibir gases lacrimógenos y alejarse, los manifestantes volvían a acercarse y a lanzar piedras contra las fuerzas policiales.
Anteriormente, la policía turca había desalojado por la fuerza en dos oportunidades este martes a las personas presentes en la emblemática plaza de Estambul, en momentos en que el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, aseguraba que se había acabado la «tolerancia» hacia los manifestantes opositores.
El primer operativo policial en la plaza Taksim fue sorpresivo, ya que en la tarde del lunes el gobierno turco había anunciado que Erdogan mantendría el miércoles una reunión con representantes de los manifestantes.
En la mañana del martes, elementos de las fuerzas de seguridad con equipos antidisturbios se apoderaron de la plaza emblemática del centro de la ciudad turca, tras tres horas de enfrentamientos con los manifestantes.
Los agentes pasaron por encima de las improvisadas barricadas y expulsaron a varias decenas de personas que habían pasado la noche allí. Las fuerzas de seguridad dispararon varias salvas de granadas de gas lacrimógeno y utilizaron cañones de agua.
No obstante, miles de manifestantes regresaron en las últimas horas de la tarde del martes a la plaza, donde la policía pasó a ocupar posiciones laterales, después de una jornada de violenta represión a los manifestantes, constató la AFP.
Una hora más tarde, la policía volvió a desalojar por la fuerza a los manifestantes, dejando una docena de heridos.
Fotos: Reuters