Un equipo reporteril de EL IMPULSO recorrió distintos establecimientos de distribución de alimentos con el fin de pulsar la opinión de los consumidores, quienes en su mayoría, consideran estar perjudicados directamente por la escasez acentuada de productos de la cesta básica.
Con bolsas en mano, los consultados manifestaron su molestia por cuanto no pueden comprar los productos de su preferencia y por no poder contar con el tiempo necesario para encontrarlos.
Adolfo Suárez, padre de familia, declara que recorre de 3 a 4 establecimientos a diario para conseguir los productos que necesita en el hogar. La odisea cada vez se intensifica al buscar cereal especifico para el más pequeño de la casa, al igual que el papel higiénico, mantequilla, pollo, harina de maíz, entre otros.
“Pienso que la solución está en generar la sostenibilidad de las empresas privadas mediante garantías económicas que promuevan la producción. La libertad de divisas debe ser un punto a consideración”.
Entre tanto, algunos piensan que las responsabilidades deben ser compartidas, es decir, entre el consumidor y el Gobierno Nacional. Tal es el caso del ciudadano Jessy Morán.
“Los anaqueles siguen vacíos por los paquetes económicos del Gobierno Nacional, sin embargo, la responsabilidad debe caer en muchos consumidores inconscientes que llevan más de 30 productos de un solo tipo. Por primera vez en mi vida vivo una situación tan amarga”.
Otros, como la señora Alicia Caballero, no pueden creer que suceda desabastecimiento en un país petrolero de múltiples oportunidades y con las instituciones acaparadas por el Estado.
“Es inconcebible esta situación. Las empresas privadas a duras penas pueden distribuir los rubros. En mi opinión, las empresas del Estado no han cumplido con la asignación de alimentos de acuerdo a la demanda requerida”.