Los principales riesgos para la economía de Colombia este año provienen de la inestabilidad en la vecina Venezuela y de una baja en los precios de las materias primas, dijo el lunes el ministro colombiano de Hacienda, Mauricio Cárdenas.
Colombia probablemente recortará su previsión para la expansión económica de 2013 esta semana, a entre un 4,4 por ciento y un 4,5 por ciento desde la actual estimación de 4,8 por ciento, dijo el funcionario en una entrevista con Reuters Television.
Sin embargo, el crecimiento futuro podría ver un impulso anual de dos puntos porcentuales, gracias a los incrementos planificados en el gasto en infraestructura y si las negociaciones de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) -que se reanudarán el martes- tienen éxito en poner fin a medio siglo de insurgencia.
«Haremos el anuncio para el final de esta semana, de entre 4,4 y 4,5 por ciento, estamos revisando nuestras proyecciones un poco a la baja», dijo el funcionario.
La revisión exacta depende de los datos económicos que se conocerán esta semana.
La caída de los precios de las materias primas es un problema para Colombia, cuyas principales exportaciones son de petróleo, carbón y café.
El otro motivo de preocupación es Venezuela, que enfrenta un desabastecimiento de productos básicos -desde papel higiénico hasta harina-, lo que hace temer inestabilidad.
«El desarrollo de los hechos en Venezuela es muy importante para nosotros. Una economía estable y en crecimiento para Venezuela es muy importante desde el punto de vista de Colombia», afirmó Cárdenas.
Colombia ha estado en conversaciones con ministros venezolanos sobre la posibilidad de hacer intercambios de alimento por petróleo, o alimentos por futuras reservas del combustible, agregó.
«Dependemos mucho de los precios de las materias primas, y de lo que sea que ocurra con los precios futuros del petróleo», argumentó.
Cárdenas explicó que, para propósitos de presupuesto, el Gobierno colombiano mantendría una tasa de referencia para el crudo Brent de alrededor de 100 dólares por barril, no muy lejos del actual nivel de 104 dólares.
La revolución provocada por el gas de esquisto en Estados Unidos además ha descartado a ese país como destino de las exportaciones del carbón colombiano, añadió.