Jesús Tisoy Chasoy, residenciado en la calle 1, sector I de Los Pocitos, justo a un lado de la escuela, presuntamente asistió a una fiesta en el barrio La Apostoleña.
A las tres de la madrugada, luego de un altercado salió del lugar acompañado de varios sujetos.
Horas más tarde, su cuerpo fue encontrado en la calle 7 del sector III de La Apostoleña.
Su humanidad presentaba varios impactos de bala en la espalda y otros tantos en el cráneo.
Un rastro de sangre indicó a los investigadores del Cicpc, que levantaron el cadáver a las 9:30 de la mañana, que el occiso fue arrastrado desde el sitio del crimen, detrás de una abandonada plataforma de un camión, unos 50 metros hasta la esquina siguiente, en donde le dispararon nuevamente en la espalda.
Una vecina de La Apostoleña que lo conocía, observó que Jesús, de unos 25 años de edad, era vendedor en el mercado del Cementerio Bella Vista.
Otros vecinos aseguraron que el joven “era mala conducta” y lo ultimaron por ajuste de cuenta.
Entre las pesquisas se encontraron varios cartuchos de bala de diferentes calibres.
El final de los tiempos
Antonio Chasoy, natural del Putumayo, Colombia, abuelo de la víctima, reseñó que su mujer salió a realizar unas compras en La Gallera, cuando fue notificada que uno de sus hijos yacía muerto en la vía pública.
“Pensamos que había sido el mayor, pero al acercarnos al sitio nos dimos cuenta que era el nieto”, comentó con pesar.
“El vivía en Los Pocitos con su mamá. Los homicidas lo arrastraron sin piedad alguna. Hemos llegado al final de los tiempos”, dijo.
Apuntó que Jesús tenía tres hermanos y era un muchacho trabajador, pues “vendía, carteras, celulares y muchas cosas en el mercado de la 42”.
Los tiros ya son normales
Residentes de La Apostoleña declararon que en las noches el lugar pareciera ser de Año Nuevo: “Mucho fuego pero no artificiales. Son tiros, ráfagas seguidas, ya normales”, resumieron.
“Desde las nueve de la noche comenzamos a escuchar los tiros, pero como ya es normal, ya nadie se asoma a ver qué ocurre” aseguraron.Denunciaron que los efectivos policiales acuden al lugar cuando ocurre un homicidio, del resto, el sitio es uno de los barrios más peligrosos del oeste de Barquisimeto.