Alarmas por la Influenza H1N1 siguen encendidas. A propósito, el doctor Armando Sánchez expresó que se trata de una epidemia atípica.
“Lo peor es que el Gobierno quiere ocultar los enfermos y el pueblo entierra a sus muertos”.
En salud pública, dijo, es necesario saber el número de enfermos y muertes para obtener indicadores tales como:
1-Tasa clínica: que permite visualizar con qué rapidez el virus está circulando, infectando y enfermando a la población.
2-Tasa de patogenisidad: que indica cuantos infectados de Influenza, terminaron enfermándose.
3- Tasa de letalidad de muertes: trata sobre casos que determina el riesgo de morir quien enferma.
“En Venezuela si hay enfermos y muertes, es porque no hubo prevención real de Influencia dentro de una doctrina de salud pública, la cual básicamente, en esta enfermedad, está determinada por la vacunación a los susceptibles posibles de contraer la enfermedad”.
Susceptibles posibles
Esta vacunación, debe hacerse tomando en cuenta el siguiente cuadro de prioridad:
1-Menores de cinco años, especialmente entre 6 y 23 meses de edad. Mayores de 65 años. Seres humanos con patologías pulmonares, cardiovasculares, renales, inmunológicas, embarazadas y azúcar en la sangre, entre otros.
2-Personas que laboran en el sector salud, militar (cuarteles), centros geriátricos.
3-Población entre 20 y 40 años: población más propensa a morir, descrito desde la pandemia de AH1N1 de 1918, la pandemia AH2N2 de 1957, la AH3N2 de 1967, y la pandemia AH1N1 del 2009.
“Este esquema de vacunación se está cumpliendo parcialmente en el país y como no se hace la planificación adecuada dentro de una doctrina de control de la enfermedad, de fase preparatoria, ataque, de consolidación y de mantenimiento, tenemos la cantidad registrada de personas no vacunadas y afectadas”, precisó el doctor Sánchez.