“Y mientras estaba en la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. En ese momento se les abrieron los ojos y lo reconocieron…”, expresa el Evangelio según San Lucas, en el capítulo 24, versículos 30 y 31.
Se trata del relato de los discípulos de Emaús, quienes compartieron con Jesús y sentían arder sus corazones mientras les hablaba. Es Jesús, el mismo que aguarda en la hostia sagrada y, ayer recorrió en hombros de su pueblo, parte del centro de Barquisimeto.
Este sábado en la mañana, la Arqudiócesis de Barquisimeto llevó a cabo la procesión con el Santísimo Sacramento desde el Santuario Nuestra Señora de la Paz, en la carrera 16 con calle 29, hasta la iglesia Catedral. El clero y laicos, abrazados en la fe, acompañaron al Rey de Reyes.
Júbilo espiritual
Una vez concluida la procesión, fue la celebración eucarística que recordó la consagración de Venezuela a Jesús Sacramentado, como lo hizo hace cientos de años, monseñor Juan Bautista Castro. La santa misa sirvió además para agradecer a Dios por los 25 años de servicio episcopal de monseñor Antonio López Castillo, arzobispo de nuestra ciudad.
Una grata sorpresa recibió monseñor cuando se sumó a la fiesta eucarística, el nuncio apostólico Pietro Parolin, representante del Papa en Venezuela. Los laicos no tardaron en expresar su felicidad y con ovaciones recibieron a la alta autoridad eclesiástica.
Seguido del saludo de monseñor López Castillo, el nuncio leyó un comunicado enviado desde la Santa Sede para animar en la misión episcopal al arzobispo y de esta manera, expresar sus felicitaciones:
“A ti venerable hermano, con todo afecto te enviamos esta carta y deseamos congratularnos contigo por tus fructíferos trabajos. Alégrate en el Señor que te dio muchísimos dones”, expresaba una parte de la misiva enviada por el Papa Francisco y la cual hizo mención de los diferentes cargos que ocupó monseñor López Castillo en otras diócesis del país y destacó su desempeño en la Arquidiócesis de Barquisimeto.
Mientras tanto, el nuncio Pietro Parolin dirigiéndose con gran estima a la feligresía, sacerdotes, diáconos, religiosas, habló de la sincera cercanía del Papa con la Iglesia Universal, sobre todo ahora que el sucesor de Pedro es un hombre latinoamericano.
Monseñor López Castillo, por su parte, expresó palabras de bienvenida al titular de la Nunciatura Apostólica en Venezuela y mencionó el gran afecto en Cristo que siente por este representante de la sede del Vaticano: “mi gran amigo y de profunda fe; ejemplo de servicio en la Iglesia”, dijo.
25 años de labor
Cuatro años como obispo auxiliar de Maracaibo, estado Zulia; diez años como obispo de Barinas, estado Barinas; seis años en Calabozo, estado Guárico, y finalmente cinco años como arzobispo de Barquisimeto, especifican la labor espiscopal de monseñor López Castillo.
Ayer, en la homilía que compartió con sus amigos y fieles, hizo mención de la responsabilidad de administrar los sacramentos y valorar la misión encomendada por Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote.
“Desde el seminario, en la preparación para ser sacerdotes, debemos abrir el corazón a la voluntad de Dios y esforzarnos en no defraudarlo. Mis 25 años de servicio episcopal, sólo me hacen recordar que mi vida entera le pertenece al Señor y nunca será suficiente cuando se trata de cooperar en la difusión del Evangelio”, sostuvo.
Asimismo, recordó que en el Año de la Fe, es conveniente reforzar las oraciones para el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, santificación de las familias. Sin olvidar, que los 150 años de la Arquidiócesis de Barquisimeto, se convierten en un motivo poderoso para avivar el servicio pastoral en todas las parroquias de la ciudad.
La pastoral familiar y juvenil, son ejemplos de la renovación espiritual y misionera que ha inculcado monseñor desde su nombramiento como pastor de la grey barquisimetana.
De hecho, el sábado 15 de junio la iglesia local celebrará el jubileo juvenil que reunirá a los diferentes movimientos católicos dedicados al servicio apostólico en el cual justamente los jóvenes atraen a más personas para Cristo.
