El presidente peruano, Ollanta Humala, consideró este domingo capítulo cerrado el caso del encarcelado exmandatario Alberto Fujimori, a quien negó el indulto humanitario el viernes, y pidió al país ocuparse de temas más importantes.
“Ese ya es un capítulo cerrado, entiendo la contrariedad de los familiares más cercanos, pero creo que en este caso la prensa debe de hacer una campaña de valores y no estar escarbando como gallinazos en el tema”, dijo.
“Creo que hay que respetar el dolor y contrariedad de la familia (de Fujimori)“, añadió el gobernante tras participar en una carrera dominical por calles de Lima a favor de niños afectados por el síndrome de Down.
Humala anotó que el país debe concentrarse en temas “más importantes para el país”.
“Creo que en este caso la prensa debe de hacer una campaña de valores y no estar escarbando como gallinazos en el tema”
El jefe de Estado anunció el viernes en rueda de prensa que llegó a la “conclusión de no otorgar el indulto”, después de haber valorado el concepto de lo que es el arrepentimiento, especialmente por delitos de corrupción y derechos humanos.
Humala refirió que decidió aceptar las recomendaciones de una comisión de gracias presidenciales que consideró que Fujimori no reúne las condiciones de gravedad para recibir el indulto presidencial debido a que no padece de enfermedad terminal y no tiene trastornos mentales.
Fujimori, que gobernó Perú entre 1990 y 2000, fue condenado en abril de 2009 a 25 años de cárcel como autor intelectual del homicidio de 25 personas a manos de un escuadrón de la muerte del ejército denominado Grupo Colina, en el marco de la lucha contra la guerrilla maoísta Sendero Luminoso.
La solicitud del expresidente, de 74 años, fue presentada hace ocho meses por sus hijos, que argumentaban que Fujimori sufrió cáncer recurrente
La solicitud del expresidente, de 74 años, fue presentada hace ocho meses por sus hijos, que argumentaban que Fujimori sufrió cáncer recurrente en la lengua que le fue extirpado en cinco operaciones en los últimos años, y que su vida corría peligro en la cárcel.
La decisión presidencial fue lamentada y calificada como decisión política que no tomó en cuenta la situación humanitaria del exmandatario, según los voceros del fujimorismo en el Congreso.
Por su parte, las organizaciones de derechos humanos y los familiares de víctimas asesinadas durante el régimen de Fujimori saludaron la negativa como un triunfo contra la impunidad, subrayando que se ha vuelto a hacer justicia.