Venezuela empató 1-1 ante Bolivia, en los 3.600 metros de altura del estadio Hernando Siles, por la decimotercera fecha de la eliminatorias sudamericanas y dio un paso firme para obtener de manera inédita su boleto al Mundial de Brasil-2014.
La vinotinto subió temporalmente a la cuarta posición, con 16 unidades, un punto por encima de Chile, y se mantiene en la privilegiada zona que otorga cuatro pasajes directos para el próximo ecuménico de fútbol.
Venezuela oficia de local ante Uruguay, que le pisa los talones a chilenos y venezolanos, el próximo martes en Caracas.
Los bolivianos, en cambio, se alejan de la ilusión de llegar al próximo mundial, con sus 10 puntos en penúltima posición.
En el partido en La Paz, los venezolanos hicieron su negocio, ante unos locales voluntariosos pero inoperantes.
Bolivia metió presión desde los primeros minutos, con el delantero Juan Carlos Arce en el desconocido oficio de carrilero derecho, aunque con la misión que tenía era de moverse e irse al ataque y juntarse con los delanteros Marcelo Martins y Carlos Saucedo.
Entre tanto, el técnico de la vinotinto, César Farías, hizo gesticulaciones desde la banca de suplentes y ordenó concentración. También fue evidente que a lo largo del encuentro instruía aprovechar el sector derecho boliviano, donde Arce dejaba vacíos cuando subía al ataque
A los 9 minutos Bolivia estuvo a punto de abrir el marcador, tras un tiro libre que rebotó en la barrera que intentó aprovechar el delantero Saucedo, ante una defensa vacía. Sin embargo, el árbitro argentino Patricio Loustau pitó fuera de juego.
Bolivia controló el partido, pero fallaba en la puntada final. Martins y Saucedo eran los hombres con la misión de abrir el marcador, mientras Arce lanzaba pases detrás de las líneas enemigas.
Hasta el primer tiempo, el fútbol lo hacía el plantel del técnico, el español Xabier Azkargorta, pero todos los ataques naufragaban en la defensa venezolana.
Venezuela, a pesar de la presión, mantenía el libreto: recuperar el balón e ir al contragolpe: Evelio Hernández quedaba en solitario como único delantero, a la espera de que le llegara un salvador balón.
Azkargorta hizo cambios, con la intención de voltear el marcador. Sacó al ariete Martins y luego metió al volante ofensivo Jhasmani Campos por el defensa Ronald Raldes.
A los 85, los bolivianos, después de tanto martillar, lograron la igualdad tras un saque de esquina. Campos, recién ingresado, cabeceó en solitario, en una jugada similar a la del tanto venezolano.
Era algo de ánimo para los altiplánicos, pero el partido se apagaba de poco, se extinguía.
Los venezolanos, en cambio, ya con un resultado muy importante para sus planes se cerraron con serenidad, pues tenían un punto de oro que los mantiene en el privilegiado grupo de cuatro equipos que pasan directamente para Brasil.
El quinto de la zona sudamericana debe pelear un pasaje con el quinto de Sudáfrica.
Tras el partido, los hinchas bolivianos salieron molestos del escenario deportivo e incluso se escucharon recriminaciones al técnico altiplánico que sacó a Martins, el más inquieto en el ataque, y mantuvo en el ataque a Saucedo, con la pólvora mojada.