Los docentes, administrativos y obreros que hacen vida activa en las instituciones que conforman el Comando Intergremial Universitario Larense cumplieron lo acordado en la asamblea del jueves y radicalizaron la protesta, pero con la suma de sus voces en un mismo punto de la ciudad.
La concentración inició en la avenida Vargas con carrera 19, un punto de circulación importante de la ciudad, donde realizaron la protesta pacífica sin interferir en el tránsito vehicular. La luz del semáforo marcaba la pauta para que los universitarios se ubicaran frente a los vehículos que circulaban por el sector.
Agabo Palma, secretario general de Ataucla, destacó que la lucha por el incremento del salario continúa, ahora de forma mancomunada con la participación de trabajadores de la UCLA, UPEL-IPB y Unexpo- Barquisimeto.
Lamentó que el Gobierno siga sin intenciones de discutir y llegar a un acuerdo con los trabajadores universitarios. Al ser consultado sobre los acuerdos establecidos en la mesa de negociación de la convención colectiva única, Palma señaló que se trata de cláusulas referidas a los útiles escolares y juguetes para los hijos.
“Lo que agradecemos son los 30 días de cesta ticket y el ajuste respecto a la unidad tributaria; pero lo referente al incremento salarial ha sido diferido para la próxima semana”.
Deborah Velásquez de Valecillos, presidenta de Apucla, destacó la necesidad de una solución a la situación institucional y económica de las universidades que garantice una formación de calidad, que tanto merecen los jóvenes del país a fin de promover el progreso y la transformación.
“Los jóvenes que se oponen a estas acciones deben analizar lo que significa una educación con restricciones: con bibliotecas que no están dotadas ni actualizadas, con fallas en los recursos para las providencias estudiantiles y el irrespeto del Estado al compromiso que tiene con la educación; los estudiantes no pueden conformarse con migajas”.
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El cese de las actividades académicas se mantiene en las instituciones universitarias. Comenzó hace aproximadamente 15 días y esta semana se sumó el personal de la Universidad Central de Venezuela (UCV), algo que se considera como un logro y gran apoyo en la lucha reivindicativa.
“Se trata de una lucha justa por derechos que hemos visto disminuidos”, acotó Velásquez.
Cada sector que hace vida en la universidad ofrece un aporte fundamental, desde su espacio de trabajo, elementos fundamentales para que la institución cumpla con su función, visión y misión.
Velásquez explicó que Apucla recibió una invitación para formar parte de la mesa de negociación de la convención única, pero a raíz de los hechos acontecidos y los análisis realizados a documentos previos de la convención, los docentes que integran la asociación decidieron por mayoría que no se debía participar.
“Estoy clara en que el documento trae reivindicaciones económicas importantes, pero incluye capítulos que no son materia de una convención colectiva, como es el caso de la transformación universitaria y otras pinceladas ideológicas”.
A su juicio las universidades deben seguir siendo plurales, autónomas, libres y democráticas.
En tanto, Eduardo Mendoza, presidente de Aproupel, señaló que los profesores continuarán en la calle hasta tanto obtengan respuestas a sus peticiones urgentes.
Lamentó que en las negociaciones de la convención unitaria aún no haya sido abordado el aspecto salarial.
Para nosotros este tema es prioritario porque el 70% de la nómina universitaria quedó por debajo del salario mínimo, a partir del 1º de mayo, por ello se encendieron las alarmas en el sector universitario”.
Mendoza aclaró que la lucha es por la dignificación de la universidad, lo cual incluye los sueldos y salarios y un presupuesto justo. “No se trata de un conflicto político como lo han querido señalar algunos sectores”.