Paraninfo – Renuncie presidente

-

- Publicidad -

Cambio toga y birrete por franela roja rojita.
No es que yo piense que cuando vivía el que ahora llaman “el comandante supremo” el país estaba bien y andaba por buen camino no, todo lo contrario, creo que estábamos muy mal e íbamos hacia un precipicio pero al menos había lo que en el argot callejero se dice “orden en la pea”. Era como un despelote organizado y un tercio que animaba al populacho con sus jerigonzas diarias. Despilfarraba las riquezas nacionales pero le tiraba mendrugos a buena parte de la población, con lo cual lograba cierta tranquilidad. Valga decir pues que íbamos al matadero, pero contentos. Se daba el lujo de decir que ser rico es malo mientras los suyos se daban la gran vida y sus seguidores le cantaban “con hambre y sin empleo contigo me resteo”. Un fenómeno de histrionismo. Pero una vez que él partió rumbo a lo desconocido se comenzaron a complicar las cosas. Se alborotaron las gallinas en el gallinero. No hay gallo que ponga orden. Muchos pensaron que ellos tenían tanto derecho a ser el ungido como el Maduro. Y comenzó la sampablera.
Pero fue Nicolás y él se lo creyó. Y le dijeron creyón. La campaña la hizo a punta de pajaritos y ganó, según el CNE, por un pelín, pero perdió por varias cabezas según el flaquito. El ilegítimo pues, lo mientan. Y nadie la para pelotas, aun cuando el de la AN, al menos de la boca hacia afuera,  hace obligatoria una profesión de fe para poder hablar. “A según dicen” el general chavista se atrincheró en su ministerio y le espetó “a mí me puso el difunto y tú no me quitas”. Los Tupas, las piedritas, los colectivos y demás grupos armados para militares andan por la libre. Se dice que la dama primera tiende a emular a otras concubinas. Unos comentan que como no lo dejan entrar a Miraflores, ni a la Casona, inventó eso de gobierno de calle. Y hay un viejo proverbio que dice que quien va a la villa pierde la silla. Y la silla esta al final de la Urdaneta. Y para colmo el amigo de la Gillette se soltó el moño y le paró los pelos de punta a medio gobierno. No porque lo que dijo fuera novedad alguna, que bien sabido era, sino porque los desnudó y los puso a pelarse entre ellos. “Que tú eres corrupto, no que tú eres más corrupto que yo” y por allí van los tiros. Dejó el lio armado y se fue de rumba, para Varadero. Y con la expectativa de que viene  otro con más sabor.
Mientras todo esto ocurre el que se cree presidente anda de pueblo en pueblo, de casa en casa y de país en país. “Miren que yo fui el designado”. “Que el supremo me dijo esto y aquello”. “Que en su último suspiro me entregó el bastón de mando”. Y los que lo oyen dicen para sus adentros “si Luis”. Y otro mientras. No hay papel higiénico. Claro que mi amigo Elías, para asegurar su cambur, le lanza un salvavidas diciendo que es que ahora comemos más. Diarreas habemus pues. Se puso con bravuconadas con el Mendocita de Polar y éste lo sentó de nalgas. Yo produzco a toda capacidad, los que no producen son los socialistas. Capriles se le fue para Bogotá y por más que pujó el Santos le dio tremendo desayuno con arepa-huevo incluido. Mi nuevo mejor amigo se le alzó. Y no pudo mandar tanques. Quiso salirse de las negociaciones guerrillero-cubanas pero el gobierno real, el del mar de la fantasía, el de los octogenarios, le dijo que “nanai nanai”. Y el Mato-Chaderton se regresó a la Habana. Por su parte mi amiga y colega Edmee no pudo maquillar la cifra y lanzó el dato de una desaceleración del PIB y un modesto 6% de inflación en el mes de las flores. Devaluación en puerta. Aumenta la escasez, las reservas se volatilizan y hay que racionarlas, no racionalizarlas querida colega. La misión Vivir viviendo no baja la inseguridad y la construcción de viviendas se paraliza. No hay insumos. Las protestas por demandas  salariales se multiplican y son los propios sindicatos chavistas los que más piden. El polo patriótico parece que murió de amor. Y las encuestas, hay las encuestas, palo a bajo. Se presagia una paliza electoral en las municipales. Y los diputados oficialistas a poner las bardas en remojo. Y un referendo revocatorio tras las orejas. Si quiere un consejo señor enchufado mayor, renuncie y agarre de nuevo su volante. No hay de qué.
[email protected]

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

- Publicidad -

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -
Artículo anterior
Artículo siguiente

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -